El hombre que incendió el piso donde convivía con su pareja "sufre un importante deterioro cognitivo"
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
En el banquillo de los acusados de la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra se sentó David G.M., que reconoció haber provocado un incendio en el inmueble donde convivía con su pareja, de la que tenía una orden de alejamiento. La novia no compareció ante el tribunal.
David está diagnosticado de un trastorno límite de la personalidad, trastorno por dependencia a cocaína y consumo perjudicial de alcohol, opiáceos y cannabis. Durante el juicio el propio David repitió en varias ocasiones que él es un enfermo mental, un aspecto que certificaron las psicólogas forenses y la psiquiatra que le trató en el penal de A Lama. Además tiene una trayectoria de consumo abusivo de drogas desde los 16 años.
"Sufre un importante deterioro cognitivo", dijeron las forenses al explicar que David tiene una "merma importante de sus capacidades" lo que le impide controlar sus impulsos.
El acusado, quebrantando una orden de alejamiento sobre su novia, convivió con su pareja sentimental, Ana Belén Q.P., en un piso en la zona vieja de Vigo. Según explicó ante el tribunal, el día 1 de mayo de 2015 después de haber cobrado la pensión "como siempre yo iba a consumir cocaína y heroína". Aquel día, sobre la 00:45 horas prendió fuego a la ropa en la bañera del domicilio de su pareja. Asegura que eran los zapatos de una inquilina a la que tenían realquilada una habitación y que les debía la mensualidad, 150 euros. La inquilina tampoco compareció en el juicio.
"Anabel me intentó frenar, pero yo le dije se la voy a quemar y se la quemé", relató el acusado. Entonces gritó "puta te estamos quemando los zapatos" y sostiene que dejó a su novia vigilando el fuego y que se ausentó de la casa por espacio de media hora encontrándose al regresar con los vecinos desalojando varias plantas del edificio a causa del humo. David dice que subió al piso, el 9ºA, y que fue él quien apagó las llamas con la manguera de la ducha.
Los bomberos de Vigo ratificaron que al llegar al lugar del suceso la ropa estaba humeante en la bañera y sólo había un pequeño fuego que "con un poco de agua se extinguió", según aseguró el jefe de servicio. "Fueron diez minutos de intervención".
El humo "negro, denso y tóxico" dañó el resto de las estancias del piso sin afectar al esto de viviendas del edificio.
EXIMENTE INCOMPLETA
Finalmente la fiscal entiende que el acusado tenía notablemente mermadas sus capacidades, así como que el incendio constituye un delito de menor entidad aplicándole una eximente incompleta. Así rebaja su petición de pena a 4 años y 10 meses de prisión. Inicialmente la Fiscalía pedía una pena de prisión de doce años, por un delito de incendio con grave riesgo para la vida e integridad física de las personas.
Por los delitos de quebrantamiento de condena y por coacciones solicita una pena de cinco meses.
Una vez cumpla la condena la Fiscalía pide libertad vigilada y tratamiento médico por 5 años.