Condenado a casi 15 años de prisión por acuchillar a su ex novia, a la que dejó moribunda al pie del hospital
Por Natalia Puga
La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha dictado sentencia condenatoria en la que impone 14 años y 11 meses de prisión al vecino de Vigo Juan Carlos Fariñas por intentar matar a su ex novia, a la que acuchilló en el garaje de su edificio y posteriormente dejó moribunda a 30 metros de la puerta de urgencias del Hospital Povisa de Vigo. Tras eso, la chica estuvo 16 días en la UCI y le quedaron importantes secuelas físicas y psicológicas.
Juan Carlos Fariñas fue juzgado en marzo en la Audiencia Provincial y confesó: "Sí, fui yo el que se lo hizo". Finalmente, fue condenado como autor de un delito de tentativa de asesinato en el que concurren las circunstancias agravantes de parentesco y disfraz, pues la víctima fue su novia durante tres años y cuando la atacó llevaba la cara totalmente cubierta.
Además de los 14 años y 11 meses de prisión, la sentencia le impone la prohibición de comunicación por cualquier medio y aproximación a la víctima a distancia inferior a 500 metros durante 10 años más que el tiempo de ingreso en prisión.
Además, se acuerda expresamente garantizar el cumplimiento de dicha prohibición con la colocación de un dispositivo de seguimiento telemático en aquellos periodos en los que no se encuentre ingresado de forma efectiva en un centro penitenciario. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a su víctima por las lesiones causadas con 384.146 euros.
Los hechos ocurrieron hace tres años, el 12 de abril de 2015, en un edificio de Vigo. La sentencia considera probado que el acusado, con la intención de acabar con la vida de su ex, se dirigió al domicilio de esta con un cuchillo y vestido con una sudadera negra, con la cara tapada de forma que solo se podían ver sus ojos y con guantes, para evitar ser identificado.
La esperó en el portal y, en cuanto abrió la puerta, se abalanzó de forma súbita y sorpresiva sobre ella, propinándole un puñetazo en la mandíbula izquierda que la hizo caer hacia el interior del portal, agarrándola a continuación por un brazo y empujándola contra la pared, donde con el cuchillo le asestó una puñalada en el costado izquierdo.
Insistiendo en su intención de acabar con su vida, la arrastró escaleras abajo hasta la planta sótano menos dos del inmueble, donde tras tirarla al suelo boca abajo, se colocó encima de ella y le clavó el cuchillo en el cuello con tal virulencia que el mango se rompió. Todo al tiempo que le decía: "hija de puta, si no eres para mí no eres para nadie, te voy a matar, muérete".
Acto seguido, se levantó y se apoyó en la pared y tras observar unos minutos impasible cómo ella se sujetaba el cuchillo con la mano, se arrastraba intentando huir, le demandaba auxilio y le prometía que no lo iba a denunciar, accedió a las súplicas. Agarrándola por un brazo, la llevó hasta el coche aparcado en el exterior del inmueble y condujo hasta las inmediaciones de Povisa.
Una vez en las proximidades, "persistió en su inicial propósito de acabar con la vida" de la chica y, tras detenerse a unos 30 metros de la entrada de urgencias, la abandonó en el interior del vehículo a pesar de observar el estado de semiinconsciencia y de gravedad extrema en que se encontraba. Él huyó del lugar y ella, en un último esfuerzo vital, logró aproximarse hasta la puerta.
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