La Guardia Civil libera a tres víctimas de explotación sexual que ejercían en un club de alterne de Meis bajo amenazas
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Creada y actualizada
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Una investigación liderada por el Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y el Juzgado de Instrucción número 3 de Cambados ha permitido liberar a tres mujeres de entre 18 y 24 años que llevaban tres meses ejerciendo la prostitución bajo amenazas y coacciones en un club de alterne y detener al presunto responsable de esa explotación sexual, que permanece en prisión provisional.
La investigación comenzó a raíz de una información que llegó a la Comandancia sobre la presencia de mujeres obligadas a prostituirse en un club de la localidad de Meis y tuvo su momento central el pasado lunes 9 de julio, cuando los agentes realizaron una inspección administrativa en el local y localizaron a las víctimas.
Los agentes entraron sobre las 23.00 horas y encontraron a las tres mujeres, que les relataron que son de origen venezolano y llegaron a España hace tres meses engañadas, pensando que trabajarían en un hotel haciendo camas y otro tipo de tareas habituales de hostelería. Sin embargo, al llegar a España se encontraron con una realidad muy diferente.
Según relataron a los investigadores del EMUME, cuando llegaron a España les comunicaron que habían contraído una deuda de 3.000 euros por el viaje y que debían trabajar para pagarla, pero que podrían hacerlo poco a poco para poder ir enviando dinero a su familia en Venezuela.
A su llegada, fueron trasladadas al club ahora inspeccionado y allí se dieron cuenta de que no estaban en un hotel. A sus preguntas, les respondieron que tendrían que estar en el local, hablar con los clientes y esporádicamente, mantener relaciones sexuales. Finalmente, se encontraron con una rutina laboral mucho peor en la que, además, tras tres meses ejerciendo la prostitución, seguían teniendo una deuda de entre 1.400 y 2.400 euros.
La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba; el coronel de la Guardia Civil de Pontevedra, Jorge González Veiga; y una de las integrantes del EMUME, Lucía González Colino, comparecieron este viernes en la Comandancia para dar cuenta de la operación y explicaron las condiciones en las que estuvieron estos tres meses las víctimas.
Según relataron, solo recibían un comida al día, apenas les dejaban salir del local, eran obligadas a trabajar bajo amenaza de penalización incluso si estaban enfermas, ejercían la prostitución en jornadas de hasta 11 horas diarias y no habían podido enviar ningún dinero a su familia en Venezuela. Durante todo ese tiempo sufrieron intimidación, coacciones y amenazas por parte del responsable del club.
Tras liberar a la mujer, los investigadores de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia detuvieron al único propietario del local, un hombre natural de Brasil, pero en la actualidad residente legal en España y vecino de Meis. El hombre, de 33 años, cuenta con antecedentes por otras cuesitiones, pero no por explotación sexual. El club había sido denunciado por contrabando de tabaco y tenencia de drogas.
Tras ser puesto a disposición, se decretó el ingreso en prisión, que podrá eludir si abona una fianza de 12.000 euros. Enel caso de las mujeres, que estaban en situación irregular en España, están a salvo en casas de acogida y ahora la Policía Nacional se encargará de realizar los correspondientes trámites sobre su situación administrativa, que tanto podrían derivar en su regularización o en su devolución a Venezuela.
Maica Larriba y el coronel González Veiga destacaron el compromiso de las Fuerzas de Seguridad del Estado y del Gobierno central en la lucha contra la trata de personas y para poner fin a esta explotación sexual que, según destacó la subdelegada, es otra forma de violencia machista sobre las mujeres.
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