Acepta dos años de prisión por abusar sexualmente de su vecina de 11 años en un ascensor
Por Natalia Puga
Un vecino de Portonovo aceptó este jueves ser condenado a dos años de prisión como autor de un delito de abuso sexual a menores por abusar sexualmente de su vecina de 11 años en el interior del ascensor del edificio en el que vivían.
El hombre se enfrentaba inicialmente a una pena de dos años y medio de prisión, pero finalmente llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que se redujo esa condena. El acuerdo se ratificó a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Pontevedra y, en base al mismo, la Sección Segunda dictará una sentencia condenatoria, si bien el hombre podrá eludir el ingreso en prisión dada la duración de la pena y que carecía de antecedentes penales previos.
Los hechos de los que se ha confesado culpable se produjeron sobre las 15.50 horas del 6 de mayo de 2016. El acusado bajaba las escaleras y, al llegar al portal, abordó a su vecina del mismo inmueble cuando ésta se disponía a abrir la puerta para salir al exterior.
El acusado entabló conversación con la menor preguntándole a dónde se dirigía, a lo que la menor contestó que iba a una clase y el acusado se interesó por la duración de la misma. Tras responder la menor que la clase duraba una hora, el acusado, con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, la agarró del brazo y la condujo hacia el ascensor, que estaba abierto, diciéndole "solo es un momento" e introduciéndola en el interior.
Acto seguido, el acusado pulsó el botón correspondiente a la quinta planta, conocedor de que la misma se hallaba deshabitada la mayor parte del tiempo, y se cerraron las puertas del ascensor. Durante todo el trayecto de subida el acusado, sujetando firmemente a la menor por los hombros, comenzó a besarla de manera continuada por distintas zonas de su cara, mejillas, nariz y frente, provocando un estado de temor en la víctima, incapaz de cualquier reacción.
A continuación, le preguntó si quería que le besara en la boca y ella le contestó que no. Cuando el ascensor se detuvo en la quinta planta abriéndose las puertas, hizo el ademán de sacar a la menor fuera del ascensor, saliendo finalmente él solo. En ese momento la niña pulsó el botón de la planta baja y abandonó apresuradamente el edificio llorando muy asustada.
Además de los dos años de prisión, la sentencia también le impondrá la prohibición de aproximarse a una distancia de 500 metros a la menor y la de comunicarse con ella por cualquier medio durante tres años, así como el pago de una indemnización de 3.000 euros a la menor por el daños moral ocasionado.