Rechaza haber agredido sexualmente a su hijastro menor de edad
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
Este martes se inició en la Sección segunda de la Audiencia de Pontevedra el juicio contra un hombre para el que la Fiscalía ha solicitado 15 años de prisión por supuestamente agredir sexualmente a su hijastro desde que éste tenía cuatro años y hasta los 13.
El acusado negó todos los hechos, pese a que con anterioridad, ante la Guardia Civil y en el juzgado, había admitido su autoría, una confesión de la que hoy se desdijo señalando que cuando entonces reconoció una serie de prácticas sexuales lo hizo porque "yo tenía miedo y estaba nervioso" y sobre aquel relato detallado de los hechos explicó ahora que "inventé todo esto para que pareciese que estaba cooperando".
"Como yo no tengo muchos estudios es fácil engañarme", dijo el acusado señalando a los agentes de la Guardia Civil que lo interrogaron. Durante la vista oral el acusado optó por rechazar todos las agresiones a las que supuestamente sometió al menor tratando de "arreglar lo que había dicho" y enmarcó la denuncia de su hijastro en una "venganza" porque "quería quedarse con la casa".
Sí reconoció que maltrató a su hijastro, hechos por los que fue condenado en conformidad a dos años de prisión por el Juzgado de lo Penal número dos de Pontevedra, aunque rebajó la gravedad de estos antecedentes señalando que "le tiraba de las orejas y le di algún lapote" porque "comía muy poco". Aquella sentencia incluía una pena de tres años de privación de la patria potestad, y la prohibición de aproximarse y comunicarse con el menor, lo que dio lugar a que el niño abandonase el domicilio familiar.
Por su parte, la supuesta víctima aseguró que fue sometido a una serie de prácticas sexuales que tenían lugar en el monte, en el baño o el desván de la casa familiar y a las que no pudo negarse debido al temor que sentía respecto de su padrastro, "yo no podía desobedecer absolutamente nada".
En el año 2015 cuando residía en la ciudad de Barcelona y ante el miedo a que sus hermanas también fuesen víctimas de abusos, acudió a una comisaría de los Mossos d'Esquadra e interpuso denuncia contra su padrastro por un delito continuado de agresiones sexuales a un menor de edad.
Tanto la madre del denunciante como varias de sus hermanas explicaron al tribunal que no fueron testigos de ningún tipo de abuso por parte de su padre hacia su hermano o hacia ellas.
Prestaron declaración por videoconferencia la médico forense y la psicóloga forense, pertenecientes al Instituto de Medicina Legal de Cataluña, que presentaron un informe relativo al denunciante, en el que determinaron que el relato de hechos ofrecido por el mismo era "creíble" y que, a raíz de los abusos padecidos, "el menor presentaba secuelas psicológicas" consistentes en sintomatología ansiosa reactiva, de "características postraumáticas", que es "compatible con una reacción vivencial coherente con los hechos denunciados", requiriendo soporte psicoterapéutico especializado.
Una psicóloga que trató al acusado lo describió ante el tribunal provincial como un hombre "ingenuo, sumiso y fácilmente sugestionable" concluyendo que "no es probable que haya cometido los abusos de los que ha sido acusado".
Además de una pena de 15 años de prisión la Fiscalía solicita que le impongan al acusado la prohibición de aproximarse en un radio no inferior a 500 metros a su hijastro por un periodo de 20 años, y de comunicarse con él por el mismo periodo de tiempo. En concepto de responsabilidad civil solicita una indemnización de 60.000 euros por la secuela psicológica causada.
El juicio se reanudará el próximo martes 23 de octubre para que las partes presentes sus informes y conclusiones definitivas.