Desactivan la alerta biológica en A Lama: el sobre con polvos blancos que la activó contenía una sustancia inocua
Por Natalia Puga
El sobre sospechoso con polvos de color blanco dentro que el pasado miércoles 19 de diciembre obligó a activar la alerta biológica en el centro penitenciario de A Lama portaba, en realidad, una sustancia inocua que no tenía ningún tipo de carga contaminante ni peligrosa y que, aparentemente, tan sólo tenía la finalidad de causar alarma en el penal pontevedrés.
El sobre fue retirado de la prisión el pasado jueves por especialistas del servicio de Desactivación de Explosivos y Defensa NRBQ (Nuclear, Radiológica, Biológica y Química) de la Guardia Civil y trasladado a laboratorios de la unidad en Madrid para su análisis. Una vez examinado con detenimiento, tanto el sobre como la sustancia blanca que contenía dieron resultado negativo a cualquier sustancia peligrosa, según fuentes consultadas por PontevedraViva.
Ya el mismo día de la recepción del sobre la Guardia Civil realizó un primer análisis de esa sustancia que dio resultado negativo a sustancias peligrosas, pero la alerta se mantuvo hasta que el laboratorio de Madrid pudo realizar el examen más exhaustivo cuyos resultados fueron concluyentes al indicar que se trataba de una sustancia inocua.
La alerta biológica se decretó el propio miércoles y se desactivó el día de Nochebuena. Mientras tanto, dos estancias de la zona de oficinas del centro penitenciario permanecieron precintadas a modo preventivo. Se trata de las dos salas en las que estuvieron el sobre y los dos funcionarios que lo tocaron al llegar a la estafeta de correo de la prisión.
Esos dos trabajadores fueron quienes, tras abrir el sobre y ver el polvo blanco, activaron todos los protocolos internos y de seguridad y alertaron a la Guardia Civil, que enviaron al penal a agentes de la unidad NRBQ de la Comandancia ese mismo día y especialistas llegados desde Madrid al siguiente para descontaminar las instalaciones y al personal que estuvo en contacto con el sobre y para enviar de forma segura todo el contenido sospechoso al laboratorio.
Según ha podido saber PontevedraViva, la carta estaba dirigida al director del centro penitenciario, José Ángel Vázquez, y como remitente figuraba uno de los terroristas condenados por los atentados del 11-M en Madrid. Se trata de un hombre de origen árabe que cumplió parte de su condena en el penal pontevedrés, si bien ahora se está investigando si efectivamente fue él quién envió la misiva o si, por el contrario, alguien lo hizo en su nombre para aumentar la alarma generada en la prisión ante la recepción de la carta.
La Guardia Civil mantiene abierta una investigación para intentar aclarar este extremo y localizar al autor del envío que mantuvo en vilo al centro penitenciario y a todo su personal y las fuerzas de seguridad y fuentes oficiales indicaron este miércoles que siguen trabajando y todavía non han podido establecer la autoría.
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