Un empleado de una empresa de Pontevedra, condenado por grabar a sus compañeros en el baño
Por Natalia Puga
El Juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra ha condenado a un ex empleado de una empresa de la ciudad que instaló en el baño mixto de su centro de trabajo una cámara para grabar imágenes de sus compañeros en el momento en el que utilizaban el aseo.
El hombre, de 34 años, ha sido diagnosticado de trastorno de voyeurismo que, en todo caso, según recoge la sentencia, "no altera su capacidad intelectual" y limita "moderadamente" sus facultades volitivas. Pese a ser conocedor de sus inclinaciones en este sentido, realizó voluntariamente las acciones por las que ha sido condenado de forma prolongada en el tiempo.
El ya condenado reconoció los hechos y aceptó un acuerdo de conformidad que acabó en sentencia condenatoria a un año de prisión como autor de un delito contra la intimidad de las personas. El fallo dictado por el magistrado Miguel Aramburu recoge que se acuerda la suspensión de esta pena, de modo que evitará el ingreso entre rejas siempre y cuando no delinca durante dos años.
La sentencia, que ya es firme y no admite recurso, también le impone el pago de una multa de 4.500 euros (15 meses con una cuota de 10 euros día).
Los hechos ocurrieron a principios del año 2017 y, para recoger imágenes de sus compañeros, el ahora condenado elaboró un dispositivo en forma de petaca que integraba una micro cámara apta para la captación de imágenes de vídeo, un micrófono, una batería, una tarjeta de memoria y un interruptor para accionar la micro cámara.
La resolución judicial considera probado que en varias ocasiones colocó este dispositivo de forma oculta en la parte inferior del lavamanos del cuarto de baño mixto que hay en la empresa "con la finalidad de menoscabar la privacidad de sus compañeros y compañeras de trabajo", captando imágenes de vídeo en el momento en que unos y otros utilizaban el aseo.
La última ocasión en que lo hizo fue el 17 de julio de 2017. Ese día colocó el dispositivo grabador debajo del lavamanos, adherido al mismo con cinta aislante y con el objetivo de la cámara orientado hacia el inodoro, accionando el interruptor para que comenzase a grabar y abandonando seguidamente el lugar. La cámara captó imágenes de varias personas que accedieron al baño en el momento en que hacían uso del mismo durante al menos 55 minutos, hasta que lo descubrió una empleada. Ese mismo día, una responsable de la empresa denunció los hechos.