Tensión contra la policía y los periodistas en la redada en O Vao: "Aquí que no vengan"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Los momentos de tensión suelen ser situaciones inherentes a cualquier redada o actuación policial que acaba teniendo como público a amigos, familiares o allegados de las personas objeto de investigación, que tienen implicaciones directas en lo que ocurre y, sobre todo, emociones a flor de piel. Este miércoles, como cabía esperar, esa tensión se dio cita en el poblado chabolista de O Vao de Arriba con motivo del operativo de la Policía Nacional que ha dejado en toda la provincia una decena de detenidos. En este caso, sin embargo, no se quedó en mera tirantez, sino que terminó con amenazas hacia los medios de comunicación y palabras malsonantes hacia los policías.
Todo policía acostumbrado a estas intervenciones y todo trabajador de un medio de comunicación que acude a cubrir este tipo de informaciones tiene asimilado que podrán darse cita el nerviosismo, la tensión e incluso el histerismo, de modo que esas escenas ni siquiera acaban reflejadas ya en sus crónicas o atestados. En esta ocasión, sin embargo, sí han cobrado protagonismo dado el tono que adquirió el enfrentamiento.
"¡Aquí que no vengan!" o "¡Que no vuelvan!" fueron las frases más light que pudieron escuchar unos y otros. A pesar de no responder a las provocaciones, recibieron insultos y, lo que es más grave, amenazas. Mientras la Policía Nacional registraba las chabolas, varias decenas de vecinos del poblado presenciaba lo ocurrido. Al principio, estaban tranquilos y tan sólo comentaban entre ellos, pero, finalizada la intervención, y cuando un vehículo policial se llevaba a un detenido, la emprendieron a gritos e intimidaciones.
No faltó alguna maldición, pero, sobre todo, los periodistas tuvieron que escuchar acusaciones de "embusteros" y "mentirosos" y advertencias para la próxima vez que acudiesen al poblado: marcharán con las piernas rotas si se atreven a volver a pisar el asentamiento.
La explicación para el hecho de que la tensión alcanzase momentos especialmente álgidos este miércoles se encuentra en un fallecimiento. Un vecino del poblado falleció a primera hora de la mañana por causas naturales, según las primeras informaciones por un infarto, y sus familiares y allegados acusan a la Policía de haberle provocado el episodio cardiovascular que acabó con su vida al asustarle con una irrupción inesperada en el poblado cuando todavía no había amanecido.
"Por culpa de ellos acaba de fallecer un inocente", aseguraba un vecino. "Se ha muerto porque le han derrumbado la puerta, empezaron a romperle la puerta, él ha cogido miedo y murió", añadía otro. En general, todos coincidían en señalar que el hombre, J.A.G., falleció "del susto" porque, con la redada, los policías hicieron mucho ruido a las puertas de su casa, él se alteró y le dio un infarto. "Salió para fuera vivo", explican, y acabó falleciendo de camino al hospital.
Frente a estas acusaciones de los vecinos y familiares, la Policía Nacional explica que el hombre ya había sufrido el infarto o la patología en cuestión que finalmente le causó la muerte antes del inicio de la redada.
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