La hostelería de Pontevedra estalla e inicia movilizaciones
Por Oskar Viéitez
Este lunes la Asociación de Empresarios Hosteleros de Pontevedra (HOEMPO) ha celebrado la segunda reunión abierta a la hostelería en menos de 15 días para tratar el panorama que se ha abierto desde las nuevas restricciones de este pasado viernes. También han sido invitados hosteleros de Poio.
Según han valorado desde Hoempo "la situación que ya era preocupante, ahora se ha vuelto insostenible" por lo que han decidido iniciar una serie de movilizaciones que empezarán a mediados de este mes pero que tendrá una primera acción de protesta este martes con una cacerolada a las puertas de sus establecimientos a las 12.30 horas.
La idea es que los trabajadores de cada local de hostelería salgan a la calle y hagan ruido frente a la puerta de sus locales durante diez minutos, "en una expresión sonora de la rabia que sentimos por este asesinato larvado a nuestro sector", explica Hoempo en un comunicado.
Además hay una propuesta de cierre voluntario, "hemos decidido que sea así porque aunque el sentir común sería hacer un cierre completo de la hostelería, lo tristemente cierto es que hay locales que no se lo pueden permitir", han señalado desde esta asociación.
Los portavoces de este sector en Pontevedra quieren manifestar que "la hostelería es salud y orden", y apuntan que "desde que las restricciones se han cebado en nosotros la curva de contagios ha experimentado un ascenso alarmante".
Según argumentan desde Hoempo "si nos hubieran dejado trabajar, las reuniones sociales se hubieran dado en entornos seguros y controlados, y sin embargo, nosotros hemos perdido clientes, pero las personas no han renunciado a sus encuentros, haciéndolo privadamente bajo una falsa sensación de seguridad que ha provocado esta segunda ola de pandemia".
Los hosteleros pontevedreses consideran que "hubiera sido más honesto por parte de nuestros dirigentes cerrar nuestros negocios y tomar medidas sobre los gastos, en su lugar nos permiten abrir, pero nos restringen hasta la asfixia y nos quitan a nuestros clientes".
Finalmente, los hosteleros envían un mensaje a la ciudadanía "la hostelería de Pontevedra es segura, necesitamos apoyo, solidaridad y empatía o las calles de esta ciudad se apagarán".
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