Los hosteleros no podrán acogerse a la ayuda por cese de actividad si mantienen el reparto a domicilio
Por Manu Otero
Las restricciones impuestas por las diferentes administraciones del Estado para contener el avance de la segunda ola de la covid-19 incluyeron en muchos territorios el cierre de la hostelería. Para compensar al sector, los empresarios pueden solicitar una ayuda por el cese de actividad extraordinario.
Sin embargo, la Asociación de Trabajadores Autónomos alertan de casos en los que se deniegan esta prestación porque los restaurantes siguen activos con repartos a domicilio.
La subvención, cuyo plazo se mantendrá abierto hasta el 31 de enero, incluye una ayuda del 50% de la base mínima de cotización y la exoneración de las cuotas a la Seguridad Social.
El problema radica en que, según denunció el presidente de ATA, Lorenzo Amor, en declaraciones a la agencia Europa Press, las mutuas están denegando estas prestaciones porque tienen la posibilidad de repartir a domicilio. "Esto es tan incongruente como si mañana una comunidad autónoma cierra todo el comercio y tampoco se puede dar la prestación por cese de actividad extraordinaria a los autónomos de este sector porque está permitido el comercio electrónico", critica.
No obstante, según pudo constatar PontevedraViva, asociaciones de empresarios y gestorías aseguran que los autónomos sí que podrán acceder a esta prestación siempre que no tengan otros ingresos derivados de su actividad hostelera. "Muchos clientes están valorando ahora si se acogen a la ayuda o siguen trabajando con venta a domicilio", reconocen desde Gestoría Fuentes.
En el mismo sentido se pronuncia el presidente de Aempe, Jose María Corujo, al asegurar que "nadie puede obligarlos a mantener la actividad" bajo estas circunstancias. Tampoco en este colectivo tienen constancia de la denegación de estas ayudas a empresas locales.
Puntualizan que sí puede haber confusiones en la petición de los ertes, que pueden ser por impedimento de realizar la actividad o por limitación de actividad. En el caso de los restaurantes que sigan repartiendo comida, tendrán que mantener a su personal de cocina, pero no al de sala, concluye Corujo.