Precintan en Vilagarcía un local clandestino de juego y bebida abierto para saltarse el toque de queda
Por Redacción
Lo que las autoridades pensaban que podía ser un robo acabó siendo algo bien diferente. La Policía Local de Vilagarcía, que había acudido a un bajo comercial creyendo que estaban robando en él, se encontró con un local clandestino destinado al juego y a la bebida.
El operativo se desarrolló en la medianoche del pasado sábado, según informa el gobierno municipal de Vilagarcía. Tres personas estaban reunidas a la entrada de este local, situado en la avenida Agustín Romero, que tenía la verja a medio bajar.
Los agentes creyeron que eran ladrones, pero al acercarse -y ver que estas personas trataban de huir ocultándose dentro- comprobaron que en el bajo se realizaban fiestas ilegales, se vendía y consumían bebidas alcohólicas y se celebraban timbas de póquer. Todo eso para saltarse el toque de queda e incumplir las normas decretadas por la covid-19.
Dentro del local se encontraron cinco personas, una de las cuales dijo ser el arrendatario del bajo y que lo utilizaba para reunirse con amigos. Ya de partida, la Policía instruyó las sanciones por incumplir la restricción horaria y la prohibición de reuniones de personas no convivientes.
Las dependencias, que por fuera tenían un cartel de "montajes eléctricos", contaban con sofás, barra de bar, nevera, estantes llenos de bebidas alcohólicas y tabaco, mesa y fichas de póquer, máquina tragaperras y hasta cámaras de vigilancia interior.
Además, en el local había cartas de precios impresas y también códigos QR pegados en las paredes para acceder a los precios de las bebidas, lo que apunta hacia una actividad comercial que, claramente, carecía de permiso.
La Policía Local también intervino en el registro una bolsa de plástico que encontraron tirada en el suelo y que, aparentemente, contenía marihuana.
Tras identificar e informar a los individuos y que se les iba a denunciar por incumplimiento de la normativa sanitaria, los agentes ordenaron desalojar el local en el que solo se quedó el responsable.
Poco tiempo después, fue la Guardia Civil Fiscal la que acudió al local para inspeccionarlo, encontrándose de nuevo en el interior a tres personas reunidas -el responsable y otros dos jóvenes-, que fueron denunciados por la dotación y por la actividad clandestina.
El Concello de Vilagarcía, ante estos hechos, ordenó el cierre y precinto del establecimiento.