Seis horas y media para lograr curar un corte a una niña de 4 años confinada: "¡Que ya llevamos conviviendo con la covid-19 10 meses!"
Por Natalia Puga
Horas de espera, traslado en ambulancia al Hospital Provincial, más espera y nuevo traslado a casa en vehículo sanitario. Así pasó la tarde y la noche del 13 de enero un matrimonio pontevedrés. Su hija de cuatro años sufrió un pequeño corte en una caída accidental en casa y necesitaba sutura, pero la familia estaba confinada por ser contacto estrecho con un positivo de covid-19, de modo que lo que podría solventarse con una pequeña visita a su centro de salud se convirtió en toda una odisea de seis horas y media en la que fue preciso movilizar dos ambulancias.
Superado el susto, y con su hija totalmente recuperada, aprovechan para reflexionar sobre la necesidad de revisar los protocolos sanitarios activados a raíz de la covid-19. Son conscientes de que su caso no es grave y aseguran que el trato del personal sanitario "ha sido exquisito", tanto del número específico de atención a la covid-19, como del 061, del hospital y de las ambulancias, pero cuestionan que haya sido necesario movilizar a dos ambulancias, un vehículo que seguramente tendría que atender urgencias y casos graves.
"Es increíble que no hayan previsto ningún otro tipo de transporte, algún vehículo adaptado con su mampara para estos traslados. ¡Que ya llevamos conviviendo con la covid-19 10 meses...! No es nuevo", reflexiona esta madre pontevedresa, que sabe que estaban en cuarentena y, por lo tanto, ve necesario activar protocolos específicos y extremar las precauciones ante posibles contagios, pero no comparte las medidas aplicadas.
Esta madre cree que "las ambulancias están para urgencias, esto podría haber ido en un coche adaptado". Esta medida supondría mantener libres las ambulancias para casos graves y, además, reducir costes, pues otro tipo de vehículo como, por ejemplo, los taxis con mampara, son más sencillos y económicos de desinfectar tras su traslado.
Su odisea comenzó a las 18.10 horas. Su hija menor A., de 4 años, se resbaló y se dio un golpe con la barbilla contra el mueble de la televisión, haciéndose un corte. Tras el susto y reacciones iniciales al corte, como cortar la hemorragia y calmar los ánimos de la pequeña con mimos y abrazos, los padres llamaron al número facilitado por la Xunta de Galicia para asuntos relacionados con la covid-19, ya que estaban en confinamiento domiciliario por contacto estrecho con un positivo.
El trato fue muy bueno, les explicaron que tenían que llamaron al 061, que el traslado al centro hospitalario tendría que ser necesariamente en ambulancia y que una persona adulta podría acompañar a la menor.
A 18.14 horas realizaron la llamada al 061, que confirmó el protocolo. Dado que era necesario trasladar una ambulancia y el caso no era urgente, esperaron más de tres horas. Durante la espera, el padre y la madre tuvieron que turnarse haciendo presión sobre el corte, que si bien sangraba mucho menos, aún continuaba haciéndolo.
A las 21.20 horas llegaron a recogerlas para trasladarles al Hospital Provincial. A las 21.40 horas ya le habían puesto a la niña tres puntos de sutura y la intervención estaba finalizada. Sin embargo, aún les quedaban otras tres horas de espera porque necesitaban, de nuevo, una ambulancia.
A las 23.00 horas seguían esperando y la pequeña A. ya tenía hambre. A esas horas suele estar durmiendo y suele cenar mucho más temprano, de modo que el personal le acerca "lo que tienen", galletas y un yogur. Su madre está muy agradecida, "más no pueden hacer". Incluso les pidieron disculpas por la demora.
Finalmente, a las 00.35 horas, seis horas y media después del corte, emprendieron el camino a casa.