Detienen a un hombre de 51 años por haber agredido a su pareja en la calle Augusto González Besada
Por Redacción
Una patrulla de la Policía Local de Pontevedra se desplazaba el martes 4 de mayo, sobre las 12.30 horas, hasta la calle Augusto González Besada al ser alertada por una persona que había visto como una mujer fue agredida en la vía pública por un hombre que había tirado a la víctima al suelo y posteriormente se había dirigido hacia la Plaza de Galicia.
La patrulla de la Policía Local, una vez en el lugar, comprueba que una mujer, de 31 años de edad presentaba varias heridas con sangre en una rodilla y en una mano. Los agentes comprueban que inicialmente esta mujer niega que el agresor sea su pareja y manifiesta que no le conoce y afirma que la persona le había intentado robar el móvil.
Una vez requerida una unidad médica para que fuera atendida la mujer, los agentes con la descripción facilitada por la testigo logran identificar a un hombre de 51 años de edad en la Plaza de Galicia como el presunto agresor. El hombre reconoce que había mantenido una discusión con su pareja en la Rúa Augusto González Besada.
Ante los hechos, los agentes proceden a la detención del hombre por un presunto deiito de violencia machista. En un cacheo superficial, los agentes intervienen un cuchillo, sin mango y de 12 centímetros apróximadamente que escondía en la manga derecha de la chaqueta que vestía el presunto agresor. Además, los agentes constatan a través de la investigación que tanto el presunto agresor como la víctima vivían juntos.
Según indican desde la Policía Local de Pontevedra, "esta detención confirma una vez más que la solidaridad y la colaboración ciudadana son determinantes para atajar este tipo de delitos. Los delitos de violencia doméstica y especialmente los de violencia de género se dan en una circunstancias tales - relaciones afectivas, ambiente de miedo, convivencia en el mismo domicilio - que dejan a la víctimas a mercé del delincuente, y otras, que dota a estos hechos de una naturaleza muy singular. Esta situación explica la dificultad que en muchos casos tienen las víctimas para denunciar y hacer frente por si mismas a tal estado de cosas. Por este motivo la solidaridad y la implicación de la sociedad, así como de los poderes públicos, resultan básicas para afrontar este problema".