La escultura de Soledad Penalta ya sustituye al Rey Emérito en la Deputación
Por Mónica Patxot & María José Pita
En la entrada del Pazo Provincial de la Deputación de Pontevedra se descubría este jueves la escultura que presidirá la escalinata interior del edificio. Una obra en metal de la escultora gallega Soledad Penalta con la que se da espacio a las mujeres en una institución donde en su historia apenas tuvo representación femenina en los puestos de gobierno y en la toma de decisiones.
"Este ano é o 185 aniversario da Deputación e 130 aniversario do Pazo Provincial. A historia desta Administración escribiuse con nome de home, e este é un xesto para que no lugar máis visible estea a obra dunha muller que representa a arte: Soledad Penalta", declaraba la presidenta de la Deputación Carmela Silva.
La presidenta provincial también destacaba que esta escultura viene a ocupar un lugar simbólico, ya que en este mismo emplazamiento se encontraba el busto del Rey Emérito, y anteriormente una inscripción dedicada al dictador Francisco Franco, que curiosamente se mantuvo cuando el espacio pasó a elogiar al anterior Rey Juan Carlos. "Con esta escultura tapamos unha inscrición que representaba o peor da nosa historia. Agora temos a man dunha muller e o nome de todos os concellos da man dunha recoñecidísima artista. Representa o mellor da sociedade, as mulleres ocupando espazo público".
En esta línea también se manifestó el vicepresidente de la Deputación, César Mosquera, incidiendo en que "é moi importante cambiar dinámicas, imaxes e símbolos da institución. Isto é un reforzo na nosa liña de equidade e prácticas desaparecidas".
UNA OBRA CON UN SIGNIFICADO PROFUNDO
La pieza de Soledad Penalta simboliza la acogida de la Deputación a los concellos y comarcas que la integran. "Como unha nai que recolle aos 61 concellos e as súas comarcas", indicaba la propia artista, al tiempo que explicaba el laborioso proceso para que todos los nombres de los mismos se reflejasen inscritos en la obra.
Penalta explicaba que comenzó con el corte de las láminas de 2 metros que forman la pieza con una máquina que trajo de Estados Unidos cuando en los años 90 decidió volver a Galicia y dedicarse a la escultura en metal, un actividad en la que pudo comprobar el rechazo que desde las instituciones académicas, galerías y mismo compañeros artistas encontró por el hecho de ser mujer. Y en este sentido, mostraba su compromiso: "Sentín o rexeitamento por traballar con metal, pero non lle fixen caso porque o importante era seguir traballando malia non ter ofertas para expor. As mulleres estamos acadando o 50%, temos que axudarnos a prepararnos para ter a autoestima da loita".
Una vez definidas las láminas, procedió a atravesar manualmente el metal con una máquina de aire comprimido con la que escribió a pulso atravesando el metal los nombres de los 61 concellos. "Non é lasér" remarcó, al tiempo que destacaba la importancia tanto de la simbología de su obra como del espacio en el que se instala. "Este lugar ten moitísima forza, e facer a obra dábame medo e respecto. Fixen un traballo por que a obra non estorbase e se integrase no espazo. Pensei no significado da Deputación: aperta, acollida e desexo de axuda aos concellos, que a Deputación protexe", expresaba Soledad Penalta.
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