Desbrozan su finca y descubren una zona 'chill out'
Por María José Pita
La limpieza de fincas es una obligación de los propietarios para evitar que se produzcan incendios forestales.
Cumpliendo con este deber, las dos propietarias de un terreno situado junto al casco urbano de Marín, con acceso desde la calle Ezequiel Massoni, contrataron a una empresa de desbroces que eliminó los matorrales y vegetación de grandes dimensiones que ocupaban la parcela.
La sorpresa llegó cuando los operarios accedieron hasta la parte superior de la finca, en una zona de bosque. Allí se encontraron con unos enseres perfectamente colocados a modo de pequeño salón. Los intrusos habían instalado dos sofás, varias sillas de jardín y una bañera llena de restos de latas de cerveza. Además, en el entorno, por el tipo de basura depositada, se adivina que estuvieron usando este lugar como zona para consumir alcohol y otras sustancias.
Las propietarias informan de que actualmente la zona ya está totalmente limpia, y esperan que continúe así durante el mayor tiempo posible. La tarea no ha sido fácil. El servicio de recogida de voluminosos dependiente del Concello de Marín les comunicaba que hasta dentro de un mínimo de quince días no se da fecha para que las personas solicitantes acerquen hasta el contenedor más próximo los muebles para su retirada por el servicio municipal. Este retraso es debido a que el vehículo del que disponen es muy pequeño, la demanda es alta y la recogida no es diaria.
A esta circunstancia se suma que, de acogerse a este servicio, las propietarias de la finca tendrían que trasladar el mobiliario ellas mismas hasta el contenedor más cercano, a unos cien metros de distancia monte abajo, un extremo que dadas sus características físicas se les hacía imposible.
Por tanto, a mayores de costear el desbroce, tuvieron que contratar a una empresa que se ocupase de la retirada y tratamiento de estos residuos, además de la limpieza de todos los restos esparcidos por la zona. Estos trabajos se llevaron a cabo el pasado fin de semana.
HALLAZGO SORPRESA
De todos los objetos que aparecieron en esta finca, el que más ha llamado la atención ha sido una señal de tráfico. La rotulación del panel metálico recoge indicaciones de la capilla de San Xosé en Bueu y dirección Cangas, lo que da una idea de que al menos los "ladrones" han realizado un recorrido de 12 kilómetros en su transporte.
El hallazgo de esta señal de tráfico ya ha sido notificado a la Policía Local de Marín que en los próximos días procederá a su retirada.
BOTELLONES ILEGALES
El hecho de que se estén realizando reuniones para beber alcohol en fincas particulares hace saltar las alarmas sobre la proliferación de botellones, actualmente prohibidos por la situación sanitaria.
Consultada la Policía Local de Marín, los agentes nos explican que con el inicio del verano están llevando a cabo un operativo especial de vigilancia para precisamente evitar que se produzcan botellones en donde se pueda concentrar un gran número de jóvenes que puedan ser un foco de contagio de Covid.
En las últimas semanas, las patrullas policiales no han detectado ninguna actividad en este sentido, ni en zonas públicas ni en propiedades particulares. Tampoco han tenido avisos o denuncias.
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