Hacen un butrón para entrar en un comercio, pero son tan ruidosos que los vecinos frustran el robo
Por Natalia Puga
Uno de los dos comercios García Blanco de la calle Andrés Muruais se salvó en la madrugada del lunes al martes de un robo en el que los ladrones bien podrían haber arrasado con toda la mercancía y dejar una buena factura a sus propietarios. Los ladrones llegaron a hacer un butrón en la pared lateral, pero, finalmente, la alerta ciudadana consiguió frustrar el robo.
Todo ocurrió alrededor de las 2.00 horas de la madrugada. Los vecinos del edificio número 8 de Andrés Muruais sintieron un fuerte ruido. Es un inmueble con varias oficinas, de modo que de noche suele tener pocos residentes, pero los que sí viven allí empezaron a sentir golpes, hicieron notar a los ladrones que se habían enterado de su presencia y, de esta forma, les espantaron y no terminaron su delito.
Durante la noche ya no ocurrió nada más y, pasadas las 9.00 horas, un vecino se encontró con el butrón y llamó a la Policía. Desde la entrada del edificio número 8 había un agujero de unos 40 centímetros que daba al interior del comercio García Blanco.
Debido al tamaño del butrón, habría sido sencillo que los ladrones accediesen desde allí al comercio y, una vez dentro, desvalijasen la tienda.
El gerente de García Blanco, Pablo Santiago, explicó que los propietarios se enteraron de lo sucedido a primera hora de la mañana. Un conocido pasó por la puerta, vio a un policía custodiándola y les llamó. Cuando llegaron, un agente les puso al tanto de lo sucedido.
Ocurrió sobre las 2.00 horas de la madrugada del lunes al martes en la tienda García Blanco de Andrés Muruais
Los responsables del negocio hicieron inventario y concluyeron que los ladrones no llegaron a llevarse nada del interior de la tienda, de modo que la hipótesis que se baraja es que los ladrones se vieron espantados por la presencia de vecinos y desistieron en el intento del robo.
A lo largo del día, los vecinos del inmueble han ido explicando a estos comerciantes lo sucedido y, según relatan, "los ladrones hicieron muchísimo ruido" e incluso "una vecina cogió tanto miedo que llamó a sus padres a las dos de la mañana para que fuesen a pasar la noche allí".
El comercio García Blanco en el que abrieron el butrón lleva tan sólo un par de meses abierto, pero los mismos dueños tienen otra tienda con el mismo nombre en esa misma calle, pero en la acera de enfrente. En ese negocio "ya nos robaron tres o cuatro veces y una nos desvalijaron la tienda". Agradecen la colaboración vecinal y policial que evitó que se repitiese la pasada madrugada.
La Policía Científica acudió al lugar durante la mañana para tomar huellas y recoger pruebas y se ha abierto una investigación. Los investigadores barajan que pueda tener relación con los dos individuos identificados esa misma noche, pero tres horas más tarde, en la plaza de Galicia y a los que se investiga como posibles integrantes de una banda itinerante de ladrones de origen rumano.