Condenado un conductor sin carnet que atacó a un guardia civil con una barra de acero y le reprochó: "xa me estades a joder outra vez"
Por Natalia Puga
Conducción sin permiso en concurso con conducción bajo la influencia del alcohol, lesiones en concurso con atentado y negativa a la práctica de la prueba de alcoholemia. Por estos tres delitos, un hombre acaba de ser condenado a cuatro años y siete meses de prisión, el pago de una multa de 3.000 euros, cuatro años sin poder conducir y el pago de una indemnización de 350 euros a un agente de la Guardia Civil.
La condena se la impusieron dos juzgados diferentes, primero el Juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra y, cuando él recurrió, de nuevo, la sección segunda de la Audiencia Provincial, que desestimó su recurso.
Los hechos por los que fue condenado sucedieron el 29 de noviembre de 2019. Ese mismo año, en verano, la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra le había retirado el carné y aún no lo había recuperado cuándo dos agentes de la Guardia Civil lo encontraron conduciendo un vehículo de en la carretera N-554 en Vilaboa.
Los agentes iban en un vehículo camuflado y, cuando se acercaron a él, encendieron las señales luminosas y acústicas y se colocaron delante del vehículo. Además, al acercarse a él, uno de ellos le enseñó la placa y le dijo que era guardia civil.
Una vez que el agente se identificó, mientras bajaba del vehículo, el conductor dijo: "xa me estades a joder outra vez" y "con esta es la tercera vez que me jodedes en tres meses", al tiempo que se dirigía al maletero del coche.
En el maletero cogió una barra pesada de acero de aproximadamente 90 centímetros de largo y se acercó a uno de los agentes. Lo golpeó en cabeza con la barra, alzándola y golpeándolo con ella. Aunque el guardia civil puso el brazo a modo de defensa delante de la cabeza, no pudo evitar el golpe.
El conductor volvió a levantar la barra con la intención de golpear de nuevo al agente, pero, en ese momento, el otro guardia civil se acercó a él y pudo evitar esta segunda agresión. Finalmente, entre los dos agentes lo redujeron.
El conductor fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y allí, dado que los agentes habían apreciado anteriormente que olía a alcohol, que tenía los ojos húmedos y que le costaba guardar el equilibrio, lo requirieron para realizar la prueba de alcoholemia. Él se negó.
Por el delito de conducción sin permiso en concurso ideal con un delito de conducción bajo la influencia del alcohol fue condenado al pago de una multa de 3.000 euros de multa que pagará en plazos mensuales de 300 euros y también a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período de 2 años y 9 meses.
Por el delito de lesiones en concurso ideal con un delito de atentado fue condenado a cuatro años de prisión, además de indemnizar el guardia civil a lo que lesionó con 350 euros.
Por la negativa a la práctica de la prueba de alcoholemia fue condenado a 7 meses de prisión y a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante 1 año y 3 meses.