Los acusados de trampear datos de ITV de camiones y remolques llegaron a falsificar a un circo entero, según la Guardia Civil
Por Natalia Puga
Los tres vecinos de Pontevedra y Cotobade acusados de un delito continuado de falsedad en documento oficial por falsificar documentación y fichas de ITV de camiones y remolques llegaron a emitir papeles que permitieron homologar vehículos de un circo entero, el circo Roma.
Los datos los aportaron este martes agentes de la Guardia Civil que testificaron en el juicio que se sigue contra estos tres procesados en la Audiencia Provincial de Pontevedra y en el que se enfrentan a penas de cinco y seis años de cárcel. El fiscal pide una pena mayor para José Luis L.L. y un lustro para su hermano Carlos L.L y la ex mujer de éste, María José S.D.
Un agente de la Guardia Civil relató que la investigación que permitió sentar a estos tres procesados en el banquillo comenzó cuando agentes de Tráfico de Navarra pidieron datos a la agrupación de Pontevedra porque tenían un remolque con una documentación que no se correspondía con lo establecido por la ley y figuraba que había sido fabricado en Pontevedra.
Los investigadores pontevedreses se entrevistaron con el dueño del negocio, José Luis L.L. y le dio una explicación confusa, así que comenzaron a hacer averiguaciones. Pidieron datos de homologaciones y matriculaciones y comprobaron que figuraban vehículos matriculados por toda España fabricados en las empresas de este procesado. Les pareció que "no es normal que un fabricante local fabrique con esa dispersión".
Según relató otro agente durante el juicio, también levantó las sospechas el "elevado número de vehículos" que habían fabricado. Avanzadas las investigaciones detectaron otra circunstancia que les hizo desconfiar: la práctica totalidad de los vehículos eran de feriantes. "Es algo que nos sorprendió porque el fabricante suele diversificar", explicó un guardia.
La conclusión a la que llegaron los investigadores es a que los propietarios de vehículos fabricaban ellos mismos los camiones y, fundamentalmente, remolques, y luego llamaban a los acusados para que les diese la documentación que permitiese homologarlos, matricularlos en algunos casos y pasar la ITV.
Los investigadores se sorprendieron por el volumen de vehículos que supuestemente habían vendido por toda España y porque la mayoría fue a feriantes
Algunos de los vehículos los inspeccionaron los agentes de Pontevedra, como el caso de los 14 del circo Roma, que en el momento en que empezaron la operación estaba en Samil (Vigo). Para revisar otros vehículos pidieron colaboración de agentes de toda España y en todos los casos se entrevistaron con los dueños de los mismos para preguntarles cómo habían conseguido la documentación para legalizarlos.
Según un guardia, llegaron a localizar 297 vehículos (casi todos de atracciones de feria e incluso un carrito de churros) con algún tipo de irregularidad que ellos vinculan con los tres acusados. De sus propietarios, algunos contactaron con José Luis, otros con Carlos y unos pocos con la entonces mujer de Carlos.
Los tres procesados podían falsificar los datos de esos vehículos porque eran propietarios de empresas dedicadas a la construcción de remolques para las que habían dado de alta en el Ministerio de Industria tres marcas (Leiro y Loysegade José Luis y Carma su hermano). Podían homologar los vehículos que fabricaban gracias a las tarjetas de ITV que solicitaban a Industria, pero pedian esos impresos y los cubrían con datos de otros vehículos y les ponían su sello y firma.
La práctica habitual que se les atribuye entre los años 2003 y 2008 era que "el fabricante en ningún momento veía el vehículo, cogían los datos por teléfono y le enviaban la documentación" en la que hacían constar que los remolques se ajustaban a las características técnicas de alguno de los modelos de sus empresas homologados, cuando esto no era cierto.
Los tres acusados mantuvieron este martes su inocencia ante la Sección Cuarta de la Audiencia
Los tres acusados mantuvieron este martes su inocencia ante la Sección Cuarta de la Audiencia. José Luis L.L. explicó que en el año 2000 tuvo un ictus que le obligó a dejar de trabajar su empresa en San Andrés de Xeve y que siguió pidiendo a Industria los impresos para la ITV de los vehículos (400 solo en el año 2008) para que los utilizasen su hermano y su cuñada. Aseguró que él se limitaba a firmar las fichas una vez cubiertas ya por ellos y que nunca pensó que hubiese una ilegalidad porque "confiaba en mi hermano" y porque tanto él como su cuñada le ayudaban, vivía "de lo que me daban ellos".
Carlos L.L. explicó que después de su enfermedad en ocasiones su hermano estaba en su taller porque este estaba en el mismo domicilio que la casa familiar en Tenorio (Cotobade) y que tanto él como su mujer a veces le cubrían impresos a su hermano porque él no podía y ellos sabían hacerlo porque era un procedimiento muy similar al que usaban en su empresa. Aseguró que "nunca" cubrió una ficha a sabiendas de que su ilegalidad y desconoce si su hermano lo hizo. La tercera procesada, María José S.D., confirmó la versión de su ex marido.
Varios clientes que supuestamente se beneficiaron de esas falsificaciones declararon este martes en la primera sesión del juicio (continúa este miércoles). Uno e ellos, propietario de cuatro remolques, reconoció que sus vehículos eran o fabricados en Alemania o viejos o contruidos por él mismo y que recurrió a José Luis L.L. para conseguir la homologación, pero "no sabía si era legal o ilegal, no me lo dijo". Aseguró que "no era él solo, había mucha gente que lo hacía", en alusión a otras empresas que supuestamente realizan este tipo de falsificaciones.
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