El paseo de San Vicente languidece ante la falta de mantenimiento
Por Alejandro Espiño
Mires donde mires, el paseo que bordea las playas de San Vicente do Mar, desde el puerto deportivo hasta la zona de O Con Negro, está siempre entre las recomendaciones de las guías turísticas de las Rías Baixas, por la belleza de su paisaje y su cercanía con el mar.
Pero, de un tiempo a esta parte, el paseo -que en su mayor parte está construido con madera- no se encuentra en sus mejores condiciones. Dos décadas después de su inauguración, cada vez son más los desperfectos que presenta su recorrido.
Y todo ello sin que, al menos aparentemente, las administraciones se hayan preocupado de poner freno a su constante deterioro. Tablas movidas, barandillas rotas o mobiliario urbano destrozado han sido algunos de los desperfectos que se han registrado en los últimos años.
El cada vez mayor número de personas que pasean por él, el paso del tiempo sin que realice ningún mantenimiento más allá de desbroces periódicos en sus bordes, diversos actos vandálicos y el efecto de los temporales y de las mareas han afectado a su trazado.
Así, son ya varios puntos en donde la Policía Local y los servicios de emergencias de O Grove han tenido que apuntalar el paseo y, en el peor de los casos, prohibir hasta el paso.
La situación más delicada se da en el tramo del paseo que atraviesa la playa de Burato da Londra, en donde en los últimos días se ha desplomado parte de la estructura, debido al mal estado de la madera, podrida ya en algunas zonas, y el efecto del temporal.
Además, la pérdida de arena que se registra en esta playa ha dejado varios de los pilares del paseo sin sujeción y, actualmente, se encuentran en el aire sin ningún tipo de apoyo.
Esta situación ha generado numerosas quejas entre los residentes y los turistas, que aseguran no entender el descuido que las administraciones están teniendo con un paseo que, hasta hace no mucho, era ejemplo de una actuación responsable y sostenible sobre la costa.