Cirios con tapa, la solución de Cerería San Román frente a la previsión de lluvia y viento
Por Mónica Patxot & María José Pita
Una cita ineludible a las puertas de Todos los Santos y Difuntos es la Cerería San Román, un negocio familiar que lleva despachando desde el número 16 de la calle San Román de Pontevedra más de 60 años. La casa matriz, Cerería Diéguez, está en Pontecesures, cuya fábrica supera el siglo de historia.
En estos días previos, la entrada de clientela al establecimiento es incesante, llegando en algunos momentos a formarse una fila en el exterior. Joaquín Diéguez, perteneciente a la cuarta generación y el actual responsable del establecimiento, recuerda que cuando se incorporó al negocio con 17 años "la cola seguía por toda la calle, hasta la plaza de la Verdura". Con todo, "aunque no es como antes, da gusto con la gente, hay clientes que solo vienen una vez al año para llevar al cementerio sus cirios y buscan una vela buena para ese día".
Esta clientela ya conocida viene de todos los puntos de la provincia e incluso de fuera. "Estos días, por ejemplo, vino una familia de Ourense", aclara Diéguez. Desde principios del mes de octubre ya se nota una subida en las ventas, más intensa esta última semana, en la que la tienda ha doblado horario. "Del 24 al 31 abrimos mañana y tarde", reza el cartel en la puerta.
El punto diferencial que garantiza la calidad de las velas de Cerería San Román es que son cien por cien artesanas. En la sede de Pontecesures el propio Joaquín se encarga de elaborar las velas, trabajo que alterna con la venta en el establecimiento de Pontevedra. "Yo creo que soy el único que fabrica y que vende, que yo sepa en Galicia, no hay nadie que también tenga tienda", afirma Joaquín, quien en la actualidad está al cargo en solitario de todas las tareas de la empresa cerera.
¿Qué diferencia una vela artesana de otra de producción industrial? Joaquín señala uno de los velones que está a punto de cobrar a una clienta y explica que "esta vela es única, no la hay igual en otro lugar, porque yo le pongo una cantidad determinada de cera y un peso adecuado", lo que asegura una mayor duración encendida. Es más, Diéguez nos descubre que también cambia la densidad de la cera en función de si la vela se va a encender en invierno o verano.
"Este año las ventas van a buen ritmo, no me puedo quejar, pese a la lluvia", apunta el cerero. ¿Cómo puede influir la lluvia en este negocio si la gente sigue acudiendo al cementerio estas fechas? "La gente que tiene tradición sigue yendo al cementerio, llueva o no, pero si tiene la lápida exterior, hay gente que no pone vela porque quiere verla encendida ese día, que es el único que va en todo el año". Para estos casos, en la tienda venden unas tapas metálicas que protegen la llama y la defienden de las inclemencias meteorológicas, tanto de la lluvia como del viento. En la visita de PontevedraViva al establecimiento, los velones, con y sin tapa, son el modelo más despachado.
"Ya venían mis abuelos, mis padres y ahora yo", comenta una de las clientas mientras cuenta los once cirios que se va a llevar para repartir en tres camposantos. "Es que ya tengo mucha más gente allá que aquí", nos confía. Otra clienta espera, acompañada de su madre, para comprar seis velones que va a llevar a dos cementerios de los alredores de Pontevedra. En su caso, también es una tradición familiar acudir a Cerería San Román en estas fechas, "y el resto del año también", apunta. Hasta el cementerio de San Amaro, en Pontevedra, llegarán los cuatro cirios que una tercera clienta llevará a sus padres, de los que "heredó" la tradición de comprar las velas en esta emblemática tienda.
El uno de noviembre, festivo en el calendario laboral, debería ser una jornada de descanso para Joaquín Diéguez, después de semanas de intenso trabajo. Para nuestra sorpresa, confiesa que la campaña para los Difuntos de 2024 empezará ese mismo día. "El día primero, al acabar, ya empiezo para el año que viene elaborando velas para todo el stock, al ser artesanal tienes que ir haciendo, no puedes hacer de golpe todo", remata el cerero.