Las peñas demandan un cambio urgente en el Pontevedra
Por Diego Espiño
"Mi hijo iba contentísimo al fútbol y ahora me pregunta que por qué tiene que ir a ver eso". Es la reflexión que hace Kiko Alonso, vicepresidente del colectivo de peñas del Pontevedra Unión Granate, "en mi peña mucha gente no sacó el carnet este año porque están cansados".
José Antonio Millán, representante de la asociación de pequeños accionistas APAG y presidente de la peña Granavedra se expresa en términos similares, "yo pensaba ir a Ordes, pero luego lo piensas...no siempre hay que ganar pero por lo menos que se dejen la piel". Esta sensación está para ambos detrás de la caída de espectadores a Pasarón y de aficionados que solían acompañar al Pontevedra en los diferentes desplazamientos.
A tenor de lo visto en lo que va de temporada, los dos son partidarios de cambios en la parcela deportiva y también en los despachos, y aseguran que los seguidores que les acompañan cada domingo en la grada de Pasarón son de la misma opinión, "como se siga con esta dinámica vamos a pasarlo mal en la liga", apunta Millán, a lo que su compañero responde en alusión al recibimiento que, parece, tendrá el entrenador Milo Abelleira el próximo domingo ante As Pontes, "la pitada va a ser mucho mayor que el último partido. No puede ser que se empate con el colista (Narón) o no se le gane al Bergantiños. Milo tiene buena parte de culpa, es inadmisible por ejemplo que el máximo goleador del equipo saque los corners, eso es táctica y es su responsabilidad".
"Si el equipo no genera ilusión cada vez habrá menos espectadores, menos ingresos y el Pontevedra morirá igual, aunque un poco más tarde"
Pero no sólo la parcela deportiva les preocupa. Entienden que en el plano institucional el club se encuentra a la deriva, lo que está provocando poco a poco el desencanto de la afición, como reconoce José Antonio Millán, "el trabajo de la ley concursal está bien hecho, pero puedes matarte a hacer un buen plan de viabilidad que si el equipo no genera ilusión cada vez habrá menos espectadores, menos ingresos y el Pontevedra morirá igual, aunque un poco más tarde". Kiko Alonso secunda la opinión y añade, "es necesario un cambio radical, si los que están no son capaces de dar confianza e ilusión, pues que se vayan y vengan otros.Mientras continúe esta directiva no vamos a ningún lado, vamos cada vez a peor. Hay 50 personas trabajando y no son capaces de generar lo que hacen cuatro o cinco en otros equipos de tercera o segunda B".