El venezolano Carlos Enrique Pérez da la sorpresa y vence en una +10 Marín pasada por agua
Por Redacción
Ni Iván Docampo ni Elías Domínguez. Ninguno de los dos grandes favoritos, que prometían un duelo por todo lo alto, se hizo con la victoria en la tercera edición de la carrera popular +10 Marín, que superó este año los 1.000 participantes. El triunfo final fue para el venezolano Carlos Enrique Pérez, un atleta recién llegado a Galicia. Compartió los honores con Ester Navarrete, que venció con autoridad en la categoría femenina.
Desde los primeros instantes de la carrera, Iván Docampo, Elías Domínguez y un inesperado Carlos Enrique Pérez impusieron un alto ritmo a la prueba, manteniéndose juntos hasta el kilómetro nueve. Fue ahí cuando el venezolano, que llegó hace un mes a Pontevedra para entrenar el triatlón con Omar González, aceleró y consiguió llegar el primero a meta en 31:12. Segundo fue Docampo a 4 segundos y tercero el vigués a 10 segundos.
En la prueba femenina, Ester Navarrete marchó en solitario desde un primer momento y ganó sin paliativos con una marca de 35 minutos y 28 segundos. Se convirtió en la primera atleta que vence en dos ocasiones la +10 Marín. En segundo lugar acabó Leticia Fernández, que consiguió ir de menos a más, finalizando a 1:08 de Navarrete. Completó el podio la venezolana Natasha Farias que, como curiosidad, es novia del vencedor masculino.
Antes de la carrera absoluta se vivió el momento más emotivo de la noche. Siete niños entregaron otras tantas rosas blancas a los familiares de los afectados el pasado invierno por los temporales, en un homenaje a la gente del mar. Además, una coral interpretó la Salve Marinera. Asimismo, también Elías Domínguez, dorsal número 1, recibió su propio homenaje. Su hijo le hizo entrega de una rosa y la organización le obsequió con un dorsal personalizado.
El espectáculo de la +10 Marín comenzó alrededor de las ocho de la tarde, con una master-class de zumba en plena Alameda. A continuación, además de empezar a llover, también empezaron las carreras de menores. En total, 428 niños se atrevieron a calzarse las zapatillas, lo que obligó a hacer incluso más de una carrera por categoría. Desde los recién nacidos hasta algún campeón gallego buscaron la victoria en la avenida Ourense.