Diez minutos bastan al Teucro para dar cuenta de un flojo Barakaldo (32-20) en un partido cómodo
Por Ramiro Espiño & Diego Torrado
Veinte minutos aguantó el Barakaldo. Más o menos lo que tardó el Teucro en ajustar su defensa y empezar a circular el balón con fluidez y velocidad en ataque. Si además un portero, el local, aporta lo suyo en paradas, y el otro, el visitante, casi se limita a recoger el balón del interior de su portería, la consecuencia lógica es una aplastante victoria, que pudo ser mayor si en la segunda mitad los de Quique Domínguez mantuviesen el nivel de intensidad exhibido en los últimos diez minutos del primer tiempo.
Porque ese fue exactamente el tiempo que necesito el Teucro para sentenciar el partido. Diez minutos de inspiración para pasar de un apretado 10-8, a un contundente 17-8 (parcial de 7-0) para cerrar un primer tiempo en el que la salida a la pista de David Chapela, en la dirección del equipo, terminó con las escasas esperanzas de un Barakaldo que justificó la abismal diferencia existente en la clasificación entre ambos equipos.
La segunda parte sobró por completo. Fue un completo correcalles sin mayor interés que acciones aisladas, permitiendo a la afición contemplar sin sobresaltos como el marcador crecía camino de una de las victorias más cómodas del campeonato para el Teucro.
Con el partido resuelto, los jugadores teucristas se ocuparon más del lucimiento en acciones individuales, que del juego colectivo. Eso fue lo que salvó (es un decir) al conjunto vasco de un correctivo más severo.
Destacar, eso sí, actuaciones individuales, como la de Iago Gómez, que defendió la portería en toda la segunda parte con una excelente aportación, a pesar de coincidir con la fase de menor rigor defensivo de sus compañeros.
Con todo resuelto y más errores que aciertos, el Barakaldo evitó un marcador que pudo ser de escándalo, mientras Quique Domínguez aprovechaba para dosificar a sus jugadores más castigados y dar minutos a los menos habituales.
SD TEUCRO (32): Ricardo Amérigo; García Pichel (4), Adrián Pumar (5), Marcos Dorado, Víctor Rodríguez (3), Borja Pedreira (3), Edu Moledo (7) -siete inicial-, Iago Gómez (p.s.), Carlos Pombo (1), David Chapela (3), Iván Fernández, Gonzalo Carró (2), Carlos García (2, de penalti), Dani Hernández (2) y José Carlos Ameijeiras.
BM BARAKALDO (20): Gontzal Aurrekoetxea; Asier Nieto, Íker Momeñe (4, de penalti), Arkaitz Moreno (3), Arkaitz Piriz (3), Oier García (3), Jon Ortuondo (3) -siete inicial-, Jon Urretxa (p.s.), Borja Lucas (1), Endika Martínez, Endika Sarasola, Xabier Bordegaray (1), Josu Valderrama y Sergio Fernández (2).
Árbitros: Francisco Molina Baena y José Molina Baena (Andalucía). Excluyeron por dos minutos a Marcos Dorado (2), Borja Pedreira (2), Edu Moledo, Adrián Pumar y Carlos Pombo (2), por el Teucro, y a Asier Nieto, Borja Lucas, Arkaitz Piriz y Xabier Bordegaray (2), por el Barakaldo.
Marcador (cada cinco minutos): 2-3, 4-4, 6-5, 10-8, 14-8, 17-8 (descanso), 221-10, 24-12, 26-14, 27-17, 28-19 y 32-20 (final).
Incidencias: Pabellón Municipal de los Deportes (Pontevedra). Unos 1.100 espectadores.
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