De Madrid a Pontevedra por amor a unos colores
Por Diego Espiño
El amor a un color, el granate, es lo que define por encima de todo a un grupo de aficionados del Pontevedra Club de Fútbol en la diáspora madrileña. Allí ha dado en fechas recientes sus primeros pasos la peña Territorio Granate, que este domingo en el choque ante el Real Madrid Castilla dará un paso más estrenando presencia en el Estadio Municipal de Pasarón.
Compuesta por cerca de 25 personas, varios de ellos socios pese a no poder asistir apenas a los partidos de casa, la peña ha estado presente en los últimos desplazamientos del equipo a la zona centro del país agrupando en esos encuentros a más seguidores y simpatizantes.
"Cada vez que salimos fuera ver una pancarta granate y gente animando te hace estar satisfecho del club al que perteneces", reconoce el propio entrenador del primer equipo, Luismi, sobre unos aficionados a los que ha podido conocer este viernes tras el entrenamiento de la plantilla, aprovechando su presencia en la Boa Vila.
Todo empezó en el viaje de los granates a Navalcarnero en el tramo final del curso pasado, cuando se jugaban la permanencia, y Alejandro Lastra preguntó por la red social Twitter si alguien estaba dispuesto a compartir gastos desde Madrid centro para acudir al partido. Llenó su coche, y a partir de ahí empezó a comprobar que había una serie de aficionados que acudían siempre que podían a seguir al club de sus amores.
"Es una pena que no se haya creado antes", aseguran ahora, contentos de poner su grano de arena en la movilización de la afición, porque "a veces olvidas lo duro que es arrancarte a animar en un campo rival", señala Juan Milleiro esperando que más pronto que tarde vuelvan los desplazamientos de la Marea Granate.
Lastra y Milleiro, acompañados de otros miembros de Territorio Granate como David Ogando, Martín Miranda y Juan Antonio González, han podido conocer los secretos y rincones de Pasarón junto al propio Luismi y al consejero Manuel Ruibal compartiendo un sentimiento, "que no somos tan pequeños como dicen muchos".
Caso aparte merece el caso de Juan Antonio González, al tratarse del único seguidor nacido en Madrid y no en la Boa Vila. Su afición por el Pontevedra le llega de otra manera, a través de su abuelo, natural de Marín, al que según ha explicado "le robaba La Voz todos los lunes para ver el resultado del Pontevedra cuando era pequeño", y con quien empezó a seguir e incluso ir a ver en directo a los granates. Él, como la pancarta con la que adornan ahora los campos de España, se estrenará este domingo en el coliseo pontevedrés con la firme intención de ser talismán y de que sea la primera de muchas visitas.
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