Así, sí. El Pontevedra se reivindica con un gran triunfo sobre el Melilla (3-1)
Por Ramiro Espiño & Diego Torrado
Este es otro Pontevedra. Nada que ver con los tres encuentros anteriores en Pasarón. El Pontevedra se reivindicó con un gran partido y una merecida victoria sobre un Melilla al que no dio opción. Seguro, intenso, ordenado, con chispa, el equipo granate firmó posiblemente su actuación más completa de la temporada, precisamente ante la atenta mirada del que desde mañana será su nuevo entrenador, Carlos Pouso, presente en la grada de Preferencia. Álvaro Bustos, Romay y Álex Fernández firmaron los goles del triunfo.
Vibrante, jugado a un ritmo infernal. Pontevedra y Melilla disputaron una primera parte que fue un constante ida y vuelta, con llegadas a ambas áreas y un factor determinante que inclinó la balanza del lado local, curiosamente en lo que tantas veces venían fallando los granates, el acierto en el remate.
Claro que muy posiblemente la propuesta de unos y otros haya estado condicionada por el temprano gol logrado por el Pontevedra, que obligó al Melilla a soltar amarras, olvidar precauciones e irse arriba con todo. Eso trajo como consecuencia que apareciesen los espacios, que el Pontevedra, solidario en las ayudas defensivas, aprovechaba a la perfección para proyectarse, especialmente por la banda izquierda.
Con Álex Fernández al timón y Romay junto a Álvaro Bustos gustándose, el equipo dirigido interinamente por Jesús Ramos asentó sus reales, creciendo a partir de la seriedad y seguridad defensiva de Víctor Vázquez y Jaouad.
Casi sin más tiempo que una declaración de intenciones llegaba el primer gol. Fue a partir de un lanzamiento de esquina botado con mucha intención por Álex Fernández, que interceptó con el brazo Héctor. El colegiado, muy cerca de la acción, no dudó y señaló penalti que se encargó de transformar con seguridad Álvaro Bustos, con un disparo por alto y al centro de la portería, engañando a Oleaga.
A partir de ahí se entró en una espiral de vértigo. El Melilla reaccionó buscando el área para chocar contra la seguridad granate y el Pontevedra aprovechó especios para generar mucho peligro. Adiguibe Disparó al centro, Álvaro Bustos se le escapó un poco un control que le podía haber dejado sólo. Los visitantes también asomaron, pero Álex González estuvo providencial para tapar un remate de Ruano, mientras que los lanzamientos lejanos de David Ramos y Héctor no encontraron portería.
Hasta que en una rápida salida por la banda derecha llegaba el segundo tanto. Javi Pazos pone un gran balón a Romay que resuelve dentro del área con un disparo a media altura.
Todavía Adiguibe pudo hacer el tercero antes del descanso, pero se le escapó el balón en el último autopase cuando encaraba sólo al meta Oleaga.
Cuando el colegiado señaló el descanso, los aficionados premiaron al equipo con la ovación que se había merecido por una primera parte brillante.
Aunque la segunda parte bajó algo el ritmo infernal de la primera, no por ello fue menos intensa e interesante. El Melilla asumió su obligación de dominar y buscar reducir distancias para meterse en el partido, pero se encontró con un Pontevedra concentrado que se encontraba a gusto con espacios y no desaprovechaba cualquier ocasión para estirarse. Así, casi llega la sentencia tras un robo muy arriba de Romay que sirvió para que Álvaro Bustos, completamente sólo, estrellase su remate en las piernas de Oleaga.
Los visitantes insistían, pero siempre encontraban respuesta en una cada vez más sólida zaga granate que sólo permitió un remate de Mawi al que respondió Edu con seguridad. Sería justo antes de que Álex Fernández redondease su excelente actuación con el tercer gol, aprovechando un nuevo robo de Romay en la línea de fondo para cruzar por raso ante la desesperada salida del meta rival.
Lo que no encontró el Melilla con su juego ofensivo se lo regaló la fortuna cuando un disparo lejano de Hicham, sin aparente peligro, da en la pierna de Álex Fernández y se envenena sorprendiendo a Edu por alto.
Pero no hubo opción para más ni el Pontevedra, que realizó quizás la actuación más completa de la temporada, la consintió. Los visitantes se perdieron en unos minutos finales en los que la desesperación se les juntó con la impotencia, más pendientes de protestar las decisiones arbitrales que de un fútbol en el que mostró más carencias que virtudes, hasta el punto de ganarse una roja absurda y que a nada conducía en el descuento por parte de su capitán
PONTEVEDRA CF (3): Edu; Santi, Víctor Vázquez, Jaouad, Álex González; Sana, Álex Fernández (Mejía, minuto 79); Javi Pazos, Romay, Álvaro Bustos (Pedro Vázquez, minuto 90); y Adiguibe (Rivera, minuto 69).
UD MELILLA (1): Oleaga; Pepe Romero, Diana, Richi (Deco, minuto 78), Víctor Mena; David Ramos, Ceberio; Ruano, Héctor, Carri (Hicham, minuto 65); y Mawi (Carlos Fernández, minuto 71).
Árbitro: Éder Mallo Fernández (Castilla-León), auxiliado en las bandas por Mario Moreno Peña y César Domínguez Zapatero. Expulsó con roja directa al jugador visitante Pepe Romero (minuto 92). Amonestó a Álex Fernández y Javi Pazos, en el Pontevedra, y a Pepe Romero y Ruano, en el Melilla.
Goles (1-0) Minuto 7: Álvaro Bustos, de penalti. (2-0) Minuto 27: Romay. (3-0) Minuto 61: Álex Fernández. (3-1) Minuto 79: Hicham.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unas 1.800 personas. Aún sin confirmar oficialmente su nombramiento, el que será nuevo entrenador granate Carlos Pouso y su ayudante, Raúl García, presenciaron el partido desde una localidad en la grada de Preferencia, intentando pasar desapercibidos, donde los localizó la cámara de Diego Torrado para PontevedraViva.
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