El futbolín granate de valor incalculable que conecta el corazón de tres generaciones
Por Manu Otero & Mónica Patxot
Era un trasto destartalado y ahora es una joya codiciada por muchos. Pero ni todo el dinero del mundo podría comprarla. "Fue un regalo de Reyes, le tengo mucho cariño, no podría venderlo". Habla Fran Poza, un socio fiel del Pontevedra que Twitter lanzó a la fama después compartir el resultado de la restauración de su futbolín con los colores del Pontevedra y el nombre de sus jugadores.
Pero no fue el amor por el equipo de su barrio, vive a escasos metros de Pasarón, lo que le llevó a customizar este cachivache, sino el amor hacia su hija y su padre, al que perdió no hace mucho. "Mi padre era un fanático del Pontevedra, a mi madre cuando vio cómo quedó el futbolín se le saltaban las lágrimas. Me decía: 'si pudiese verlo tu padre...", relata emocionado este infatigable asistente cada domingo al templo del Burgo.
Todo comenzó unos meses antes de la Navidad del pasado año. "Tenía el futbolín echo polvo y decidí pintarlo", contextualiza Poza. Fue entonces cuando apareció su hija, una niña de 12 años más enamorada del Pontevedra que su propio padre. "El peor castigo que le puedo poner es no dejarla ir el domingo a Pasarón", ilustra el progenitor.
La pequeña, al verlo metido de lleno en la restauración del futbolín, le pidió que pintase a los jugadores con los colores del Pontevedra. "Vale, ¿por qué no?", le dijo. Luego lo animó a ponerle el escudo del equipo de su corazón y después el nombre y el número de sus ídolos, en el que Charles ocupa el lugar más elevado de su particular altar.
"Yo no soy ningún manitas", admite el improvisado artista. "Fue un constante borrar y volver a empezar", reconoce Poza, que tuvo que realizar una rápida tarea de documentación para plasmar todos los detalles del escudo y reciclar viejos pinceles para poder replicarlos con precisión. "Lo que iba a ser un trabajo de una o dos semanas acabó durando casi dos meses", confiesa orgulloso del resultado.
La elección del rival de los granates tampoco fue casualidad. "Mi mujer es de A Coruña, así que el otro equipo tenía que ser a la fuerza el Deportivo, pero con ellos me paré menos", confiesa entre risas pero dejando claro cuáles son los colores que imperan en la familia.
Más aleatoria fue la elección de la alineación y los rasgos de los jugadores. "Los peinados y las expresiones no tienen nada que ver con la realidad", puntualiza antes de que jugadores como Churre, cuya cara está inspirada en las máscaras de los personajes de La Casa de Papel, se escandalicen.
"La elección de la mayoría de los jugadores fue al azar, los únicos que no podían faltar son Churre, Álex González y Charles", afirma Fran sin poder evitar deshacerse en elogios hacia sus tres jugadores favoritos.
El resto fueron fruto de una mezcla de sencillez en la escritura, simpatía, gusto futbolístico o rendimiento sobre el césped. "Está Santi porque es el canterano, Seoane porque me gusta mucho como juega, Yelko porque es de otra categoría, Román porque es el descubrimiento de la temporada, Javi Rey porque es de casa y Rufo, que es el único que tiene un parecido con la realidad porque no le puse pelo", detalla el creador de un once que podría firmar el propio Ángel Rodríguez. "Me quedó Brais atrás", añade pidiéndole disculpas.
Con la obra de arte terminada, llegó el momento de compartirla con amigos y seres queridos. Tan buena fue la acogida que se atrevió a subirla a Twitter, única red social que utiliza este granate para estar al tanto de la actualidad. Mencionó a un par de cuentas centradas en el día a día del Pontevedra que no tardaron en retuitear su vídeo. ¿El resultado? De veinte a 2.000 reproducciones en escasas horas.
Dale Ponte!! pic.twitter.com/mkGfZlwV9u
— Fran Poza (@fmpoza) January 10, 2022
"Los amigos ya me están diciendo que a ver cuándo los llamo para estrenarlo, pero no me atrevo, me da pena que se estropee", confiesa el creador de una pieza que, de existir, no podría faltar en el museo del Pontevedra Club de Fútbol.