Pepy G. Clavijo
El belén y otras cosas navideñas
A San Francisco de Asís, poeta de la Naturaleza, muerto en 1226 a los 44 años, se debe la tradición de representar el Nacimiento del Niño Jesús en el pesebre de Belén.
Otra tradición, ésta española, es la del delicioso manjar, el turrón, era el siglo XVIII, cuando se estaba librando la guerra de la sucesión entre el futuro Felipe V, nieto de Luis XIV y el pretendiente impuesto por el emperador de Austria.
Barcelona estaba sitiada, por mar y tierra, los alimentos escaseaban, las autoridades decidieron hacer un concurso para premiar al que preparase un alimento nutritivo capaz de durar mucho tiempo sin estropearse. El concurso lo ganó un pastelero cuyo apellido era Turróns. Había preparado una masa con miel, almendras y otros ingredientes que gustó mucho. "El turrón", que así se le llamó, empezó a fabricarse en grandes cantidades y dio fama a su inventor y a España, especialmente a Alicante y a Jijona.
Antes, en el siglo XV en Italia, reinando Ludovico "el Moro", también se hizo famoso otro producto que nunca falta en las mesas italianas el día de Navidad. Es el "pan dulce" o "panetone". Se cuenta que éste surgió cuando Pierino, un humilde panadero, vio que su hija Rosina no se podía casar con el trovador Sarao, debido a su pobreza para la dote. Pierino pensó: "No está muerto quien amasa", tomó lo poco que le quedaba en sus estanterías: nueces, almendras, pasas, piñones, azúcar y harina. Lo mezcló todo y surgió un gran pan, dorado, lleno de frutas y muy sabroso. La víspera de Navidad se lo mandó al rey, éste le preguntó: ¿Cómo se llama esta delicia? Pierino respondió: "Panetone, señor". Y fue tanta la aceptación del pan dulce que Pierino se hizo rico y su hija Rosina se pudo casar con su enamorado Sarao.
El mazapán, mezcla de una pasta de almendras molidas muy finas, azúcar en polvo y cocido al horno, tiene una bonita historia.
Cuando los musulmanes llegaron a la Península, aunque la ciudad de Toledo resistió valientemente el ataque, la población fue sitiada y los alimentos empezaron a escasear. Las monjas de un convento tomaron lo que les quedaba de almendras en sus alacenas y con ello elaboraron un pan muy duradero y alimenticio, machacaron las almendras hasta obtener una pasta, que cocieron al horno. Éste fue el origen del mazapán, luego se difundió no sólo en España, también por todo el mundo. Este tradicional dulce de Navidad suele tener formas diversas, desde animalitos a muñecos de fantasía, por lo que es muy apreciado por los niños.