
Rafael FJ Rios
Los inútiles
Lo primero de todo sería constatar la situación del nivel de vida argentino sin orejeras, con las entendederas bien abiertas para ver qué moneda tenemos delante: ese pedazo de papel que ha perdido un 200% de su capacidad de compra y que ha convertido a una nación que algún día fue pujante y dinámica en una tierra de la que se marcha toda la juventud porque no tienen oportunidad alguna. Es decir: hagan números, con un 200% de pérdida de poder adquisitivo… ¡¡¡necesito multiplicar x 3 el número de billetes para comprar lo mismo!!! Entonces la cosa no es que vaya mal, va muy mal, miseria pura.
¿Por qué? ¿Cómo es que sucede esto?
Las políticas estatalistas, socialistas, izquierdistas, que han llevado a cabo todos los gobiernos desde illo tempore están basadas en el gasto -¿les suena?-, gasto político a mansalva con unos ingresos tributarios sobre un país en declive: los déficits anuales de cada presupuesto han de ser cubiertos por alguien. Muchos iban a Deuda: Argentina es un país que desde hace muchos años incumple todos los mecanismos de equilibrio económico y se mantiene a través de respiración asistida suministrada por la comunidad financiera internacional a través del FMI. Paralelamente, y como país soberano, dispone de derecho de emisión de moneda, con lo que salva los déficits sobre los que no puede ir a pedir dinero a ningún sitio.
Déficits anuales: el Banco Central de Argentina -dirigido por un político, ya que la institución en lugar de guardar su independencia institucional está okupada por la casta-, recoge todos los déficits e imprime papel moneda. Inmediatamente esa moneda pierde valor, hasta hoy alrededor de un 200%, pero hay previsiones de que puede llegar en este año a más del 300%, con lo que sería necesario multiplicar x 4 el número de papelitos.
¿qué genera el Banco Central? Pobreza. ¡Pobreza! Los pobres son ya el 40 ó el 50% de la gente, todos sufren por esta panda de inútiles al frente de la nación, pero los que más sufren son los que nada tienen o tienen muy poco porque de lo que tengan sólo les queda una tercera parte. Hoy, mañana será menos aún.
Si eliminamos el Banco Central desde luego se termina el crecimiento de la inflación por creación artificial de dinero. De inmediato. Queda la política económica: cierre del gasto político, ajuste de ingresos y gastos, eliminación del déficit.
¡Y cuántos enemigos tiene la Economía! Parece ser que se han reunido casi 200 economistas argentinos pidiendo el voto para los Inútiles -a la cabeza firma Piketti- y afirmando que la dolarización traería la devastación económica del país y de toda la región. Lo que está devastada es la vida de los argentinos, su nivel de vida, la depauperación a la que les han llevado una y otra vez hasta esta traca final. Y en una democracia lo que hay que hacer ante unos políticos ineptos, mucho más que ineptos, es darle protocolo. No es que sean nuevos en el asunto, llevan decenas de años robando la riqueza de la nación. Tener que hablar de lo evidente da que pensar: ¡de qué tamaño es el anzuelo! ¡Qué fuerza la de la Ideología para ser capaces de borrar lo evidente y construir una fantasmagoría cuyo único vector de fuerza es que vuelvan a depositar el voto en la urna de los Inútiles!
Si renuncias a llevar tu propia política monetaria porque eliminas el Banco Central y la emisión de moneda, tu economía se va a regir por la moneda fuerte que todo el mundo utiliza, si puede: el dólar. No emites moneda, no cubres déficit porque lo eliminas también… tu inflación va a ser la de la moneda que utilices añadiendo los efectos de mayor o menor intervencionismo que apliques al circuito de la economía nacional.
Contra la dolarización y con todo derecho se levantan voces afirmando que si hay que convertir a dólares todo el efectivo -los pesos que tenga la población y todas las reservas bancarias- no hay dólares suficientes. Señalan que faltarían más de 5.500 millones de dólares. Bueno, todos sabemos que el dinero que tenemos en el Banco es un apunte contable, el Banco no guarda el importe de todas las cuentas. Es decir, que muchísimos pesos se convertirán en apuntes contables en dólares. Sin necesidad inmediata de disponer en la economía del total de los totales del efectivo en dólares. En cualquier caso, sería relevante -ante un hecho económico de estas características- elaborar una lista de los sectores más amenazados por la dolarización: en el último lugar estarían los pobres, el 50% de la población; pero en el primer lugar está la casta política, millonaria; que volvería a disponer de todos los resortes del Estado a su disposición para seguir maltratando a la ciudadanía.
Hay países que no tienen moneda ni Banco Central y han incrementado exponencialmente su estabilidad económica: El Salvador, Panamá, Ecuador… incapaces sus oligarquías políticas de dejar de malgastar los dineros de sus ciudadanos, surgen alternativas en defensa de la nación que han conseguido lo que durante décadas han sido incapaces y han empobrecido la nación y a sus ciudadanos. Hoy viven una situación que no dejarían por nada del mundo.
Hay que imaginarse España sin la respiración asistida del euro ni del Banco Central Europeo: imaginemos que nuestra moneda fuese la peseta y que la Deuda no nos la compra el BCE. Supongamos también que estos gobernantes petardos tuvieran a su disposición la emisión de moneda para cubrir su inconmensurable gasto, déficit y deuda. Con toda seguridad nos encontraríamos en una posición cualitativamente argentina. Sin duda ninguna. La actual posición de gasto y déficit un año sí y otro también nos cuesta casi 40.000 millones de € al año de intereses de la Deuda. Y para recoger todo el gasto político se habilitan unas gigantescas fauces que ya se han tragado más de un billón y medio de € de Deuda que pagamos con la ilusión de una Deuda perpetua. Y con todo esto… ¿seremos los primeros de la clase, no? ¡Qué va! Vamos bajando año tras año. Fuimos el 10ª país de Europa y vamos por el 18º. ¿Por qué? ¡Porque la riqueza de la nación ni la de los ciudadanos está en el gasto ni en el déficit! El gasto hace que la sociedad crezca, sí, hacia abajo. Disminuye la nación en lugar de aumentarla. La gestión política de la economía es argentina, peronista.
¡Vamos Libertad Avanza!