Javier Vilas Eguileta
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Antes del pitido inicial que dé comienzo a mi colaboración con PontevedraViva, me gustaría dar las gracias a todos sus integrantes y, en especial, a Anxo Lourido, por darme la oportunidad de tener un espacio en el que mi cabeza desbarralle.
También agradecer a la persona que nos puso en contacto, a quien dejaré como Anónimo, no por ser también el autor del Lazarillo de Tormes, sino porque tampoco se trata aquí de empezar a citar nombres sin parar. ÿl lo sabe y se lo agradezco, y punto pelota.
La verdad es que cuando me lo propuso dudé un instante, porque lo de dirigirme a un público ad incertam personam (desconocido) es algo que nunca había probado y no sé cómo funciona; pero bueno, hacer cosas nuevas está bien, nunca se sabe, algún día igual este punto se conecta con otro punto y cobra todo su sentido, que dijo Steve Jobs.
Respecto a los temas que trataré: pues no lo sé ni yo, lo que a mi cabeza se le ocurra y lo que mis manos escriban. Serán historietas ficticias, pensamientos quizás absurdos, incluso ridículos, siempre intentando en la medida de lo posible un tono de humor.
No prometo nada, la puerta está abierta para entrar o para salir. La "x" de la parte superior derecha la dejaré siempre ahí (un detalle por mi parte). El lector se reserva el derecho de ignorarme.
En principio -hasta que se cansen de mí- nos veremos, o más bien nos leeremos, todos los sábados.
Tan sólo pido una cosa, y es que no se me tome demasiado en serio.