La Cofradía del Silencio acompaña al Nazareno por las calles de la Boa Vila
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
Las calles del centro histórico pontevedrés acogieron este martes a la procesión de Jesús Nazareno, aprovechando una tregua en la meteorología. Fue, eso sí, con cambios, pues la talla de la Virgen, por precaución, no procesionó.
Esta es la procesión propia de la Cofradía del Silencio, pues es la que se organiza en torno a la imagen que da nombre a su titular, Nuestro Padre Jesús del Silencio.
Se instauró dentro del ceremonial de la Semana Santa de Pontevedra en el año 1952, precisamente el mismo año de la fundación de la Cofradía. A pesar de que ésta se fundara sólo unos días antes. Así, el Martes Santo de ese año, 50 cofrades tomaron parte en la primera procesión de su cofradía.
Se trataba de estudiantes pontevedreses residentes en la ciudad de Santiago de Compostela, por motivos de estudios. La precariedad de medios que sufrían, sobre todo económicos, hizo que no fuese nada fácil su tarea. Para llevar a cabo los trámites, recurrieron a la Parroquia de San Bartolomé, donde quedó enclavada la Cofradía hasta la actualidad, y es ahí donde la figura de su párroco Faustino Fray Lozano, tuvo un papel fundamental para la fundación de la Cofradía. Junto a éste es de destacar la figura del entonces Arzobispo de Santiago, el Cardenal Quiroga Palacios, que facilitó en gran medida los trámites para que la Cofradía quedara constituida como tal.
En los primeros años, la talla venerada en esta procesión del Martes Santo era la imagen de Jesús Nazareno que hoy podemos contemplar en la capilla de la Calle Tetuán, donde cada primer viernes de marzo, los creyentes acudían a pedirle las Tres Gracias. Hoy en día la imagen que se procesiona es una réplica. El original Nazareno fue realizado en 1956 por los hermanos Rivas de Santiago de Compostela.
Desde 1958 se introdujo una nueva imagen en la procesión, María Santísima de la Esperanza a la que, por invitación de la Cofradía del Silencio, acompaña la Cofradía del Mayor Dolor. Sin embargo, este año la amenaza de lluvia empujó a la Cofradía de Nuestra Madre del Mayor Dolor a no procesionar su talla que, por precaución, quedó resguardada en el interior de la iglesia de San Bartolomé.
En esta ocasión, la procesión recorrió las calles Sarmiento, Isabel II, Princesa, Teucro, Manuel Quiroga, Soportales, praza da Ferrería, Paseo Antonio Odriozola, Pasantería, Sarmiento y recogida de nuevo en San Bartolomé.
Si el tiempo lo permite, para la jornada del Miércoles Santo está previsto que salga la procesión de la Santísima Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas.
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