Una mujer llama a la Policía para decir que incumple una orden de alejamiento y así poder dormir en el calabozo y no en la calle
Por Redacción
La Policía Local de Vilagarcía detuvo en la noche del sábado una mujer que llamó de manera voluntaria para confesar que estaba incumpliendo una orden de alejamiento de un domicilio. El motivo de la llamada fue que, de este modo, había podido dormir en el calabozo y no en la calle.
Según la información facilitada por el Policía Local, la mujer llamó a las 21.15 horas advirtiendo del incumplimiento de la citada orden de alejamiento que le impedía acercarse a menos de 150 metros de un domicilio situado en la avenida Matosinhos.
Los policías se desplazaron a la zona y la encontraron "sin más" en el portal de dicha vivienda. Cuando llegaron, ella se entregó de forma totalmente pacífica e informó a los policías que había incumplido intencionadamente la orden para la que la habían detenido y la habían llevado a los calabozos para no tener que dormir en la vía pública.
Se trata de una mujer de 54 años.
SE GOLPEA A SÍ MISMO Y A LA POLICÍA
En la madrugada del domingo, la Policía Local detuvo un hombre de 38 años que estaba insultando y amenazando a toda persona con la que se cruzaba por la vía pública.
Una patrulla lo localizó en la avenida Doctor Tourón cuando discutía con una mujer que dijo ser su pareja. En ese momento, el hombre comenzó a golpearse la cabeza contra una marquesina y tiró violentamente su móvil contra el suelo.
Cuando los agentes se acercaron para tratar de detenerlo, arremetió contra uno de ellos propinándole varias patadas y oponiéndose violentamente a ser reducido, al tiempo que insultaba y amenazaba a los agentes del orden.
El detenido siguió manteniendo esta actitud agresiva ya en el interior del vehículo policial, golpeándose la cabeza él mismo contra la mampara protectora, y también en el Punto de Atención Continuada (PAC) de San Roque, a donde lo llevaron para ser atendido.
En el centro de salud volvió a agredir a los policías e incluso le propinó un codazo a la médica de guardia. Finalmente, fue trasladado al Hospital del Salnés, permaneciendo en custodia policial hasta que recibió el alta y los agentes pudieron trasladado a las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional, donde quedó detenido en espera de pasar a disposición judicial.