Guardias civiles y forenses declaran en la tercera jornada del juicio por el crimen del Umia
Por Oskar Viéitez
En la sesión del juicio celebrada este miércoles en la Audiencia de Pontevedra por el conocido como crimen del Umia, declararon los técnicos del laboratorio de criminalística de la Guardia Civil de Pontevedra que se encargaron de la investigación del suceso.
Apoyados por mapas digitales que se presentaron en una gran pantalla de televisión explicaron por qué llegaron a la conclusión de que fueron "como mínimo dos personas" las que produjeron la muerte de Enrique Monteagudo, 'Lucho'.
Entre otros factores, fundamentaron esta tesis en el modo en que se produjeron las heridas, los rastros de sangre que presentaba el escenario del crimen, y en las circunstancias en las que se produjo el arrastre del cuerpo.
El terreno refleja, según detallaron durante la vista, que primero se produjo un traslado en volandas, supuestamente sujetado por las manos y los pies, y posteriormente fue arrastrado por el suelo.
La ropa, los sustratos del suelo, los depósitos de sangre, las salpicaduras en la moto de la víctima, las marcas en la vegetación, fueron elementos analizados ante el jurado por los agentes de la guardia civil ante las exhaustivas preguntas de los letrados de las defensas y la fiscal.
Mucho más crudo resultó el testimonio de los forenses que utilizaron la pantalla de televisión para mostrar imágenes de la autopsia, que aunque resultan "bastante agresivas", según advirtieron a los miembros del jurado, consideraron imprescindibles para poder explicar la causa y hora de la muerte y argumentar porqué consideran que intervino más de una persona.
Fue una jornada muy técnica, lejos de la sesión emocional vivida ayer martes con la comparecencia de los padres, amigos y parejas de los acusados.
Especialmente difícil fue el episodio protagonizado el martes por Isabel Caldas, madre de 'Lucho', que se encaró a los cuatro acusados de asesinar a su hijo, mientras abandonaba la sala de vistas de la Audiencia Provincial.
Los letrados de las defensas coinciden en la debilidad de las pruebas de la Fiscalía
Los letrados de las defensas coinciden en la debilidad de las pruebas de la Fiscalía, por lo que a medida que se acerca el final del juicio, insisten en la ausencia de datos objetivos que demuestren la participación de los acusados en la muerte de Enrique Monteagudo.
La fiscal, Marta Durántez, ha llegado a pedir que se deduzca el testimonio de la novia de uno de los procesados por falsedad, aunque el momento más comentado fue la respuesta que le dio a la defensa de uno de los imputados, que ejerce José Luis Gutiérrez Aranguren, abogado de Rosario Porto en el caso por la muerte de la niña Asunta Basterra. Aranguren presentó informes y testimonios que tratan de acreditar el buen comportamiento que ha tenido su cliente a lo que la fiscal respondió que incluso las personas "de conducta más intachable pueden cometer actos atroces como matar a sus hijos o a su hija".
El jueves se celebrará la última sesión de este juicio antes de que el jurado se reúna para emitir su veredicto.
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