Condenan a 10 años de prisión a un vecino de Bueu por violar a su hija menor de edad
Por Oskar Viéitez
La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha celebrado este jueves a puerta cerrada el juicio contra Francisco Javier P.F., por un delito continuado de abusos sexuales y un delito continuado de utilización de menores de edad para elaborar material pornográfico.
El acusado reconoció los abusos sexuales a su hija aceptando una condena de 10 años de prisión y prohibición de aproximarse a menos de 100 metros de cualquier lugar donde se encuentre la hija, así como mantener contacto o comunicación con ella, durante diez años. Además, después de salir de prisión, estará en libertad vigilada por espacio de cinco años.
La Fiscalía retiró la acusación por un delito continuado de utilización de menores de edad para elaborar material pornográfico.
El tribunal considera probado que en el año 2006, el acusado, su única hija nacida en el año 1993 y la madre de ésta, se trasladaron desde Bueu (Pontevedra) a la localidad de Alcora (Castellón).
Cuando la niña tenía 13 años comenzó a someterla a actos de naturaleza sexual
Mientras la familia residía en esa población, Francisco Javier, "aprovechando la autoridad e influencia que como padre ejercía" y "movido por el deseo de satisfacer su atracción sexual hacia ella", cuando la niña tenía 13 años comenzó a someterla a actos de naturaleza sexual. Siempre cuando la madre estaba ausente del domicilio.
En el año 2009, como no parecía integrarse bien en Alcora, la familia decidió que la niña regresase a Bueu en donde pasó a residir en compañía de su abuela materna. A partir de entonces el acusado aprovechaba los períodos de vacaciones navideñas y de verano "para continuar realizando con su hija los actos sexuales".
La Fiscalía sostenía que el acusado, que tiene antecedentes cancelados y no computables en esta causa, se comunicaba con la niña por teléfono y por Internet, solicitándole que le enviara vídeos y fotos de carácter sexual.
El acusado desenvolvió este comportamiento hasta la Navidad de 2011. Fue en mayo de 2012, gracias a la ayuda de sus docentes y tras empezar terapia psicológica que se decidió a interponer denuncia contra su padre. Por esta acusación que durante el juicio fue retiraba, había pedido 7 años de prisión.