El acusado de matar al hermano de su novia en O Grove reconoce que lo acuchilló, pero "fue para defenderse"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Alberto Sequenza Vila rompió este martes su silencio en relación con el crimen por el que lleva en prisión provisional desde abril de 2012 en O Grove, en el que la víctima fue el hermano de su novia, David B.M.. Hasta ahora no había dado su versión de lo que ocurrió aquel 28 de abril en el garaje de la casa de sus abuelos, pero este martes comenzó el juicio con jurado que se sigue contra él en la Audiencia Provincial de Pontevedra y, en contra de lo previsto, sí habló.
Por estos hechos, la Fiscalía y la acusación particular piden que sea condenado a 15 años de prisión y el pago de una indemnización de 102.000 euros más gastos, mientras la defensa solicita su libre absolución e insiste en que la forma en la que actuó fue en legítima defensa. De momento, el chico, que en el mes de febrero intentó fugarse de los juzgados de A Parda cuando la Guardia Civil le trasladaba para una vista, sigue en prisión provisional.
El joven, que había cumplido los 18 años tan sólo un mes y medio antes del crimen, reconoció que aquel día mantuvo una pelea con el hermano de su novia de la que fueron testigos tres amigos suyos y otros tres amigos de la víctima. En el transcurso de la misma, le clavó una navaja a su oponente, pero durante su declaración insistió en que su intención nunca fue matarle ni siquiera darle el navajazo, sino que en un momento del enfrentamiento el fallecido intentó coger el arma y él, por miedo, la cogió antes y acabó clavándosela.
La Fiscalía y la acusación particular piden 15 años de prisión por homicidio con abuso de superioridad y la defensa la absolución
La víctima, de 20 años, murió poco después de la pelea. Una navaja le perforó el esternón y le dañó el corazón. La Fiscalía y la acusación particular mantienen que Alberto Sequenza es autor de un homicidio con abuso de superioridad porque usó la navaja y "de forma sorpresiva" se la clavó, pero el acusado y su abogada defensora pretenden desmontar esta acusación.
El joven insiste en que "en ese momento yo ni me enteré" del alcance de sus actos ni fue consciente del lugar en el que le clavó la navaja, sino que la pelea era inicialmente cuerpo a cuerpo y él solo cogió la navaja que estaba en el suelo cuando pensó que el fallecido la iba a sujetar y "porque tenía miedo" y "pensé que si me apuñalaba, me moría allí mismo". "ÿl me podía haber matado", asegura e insiste en que su miedo fue mayor porque tiene una enfermedad de nacimiento por la que tiene dificultades de coagulación y "podía morir desangrado" en caso de que le hubiese clavado a él la navaja.
El procesado reconoció en una foto la navaja que supuestamente se utilizó en el crimen y que la Guardia Civil localizó al fondo del garaje. No pudo reconocerla físicamente porque al inicio del juicio el arma no aparecía en las cajas con las pruebas del procedimiento, pero a lo largo de la sesión de este martes sí apareció. ÿl asumió que era suya y explicó que aquel día estaba encima del asiento de su moto y, en el transcurso de la discusión entre ambos, se cayó al suelo y fue cuando su oponente intentó cogerla.
Alberto Sequenza declaró que el hemano de su novia entró en el garaje e inmediatamente le dio un puñetazo, de modo que cayó al suelo con la moto mientras el otro seguía dándole puñetazos en la cara. Luego cogió el arma, se la clavó y él mismo se la quitó y la arrojó al fondo del garaje, donde apareció. Al respecto, la defensa sostiene que el único ADN localizado en la navaja fue el de la víctima, de modo que fue el propio fallecido quien, antes de morir, se la quitó.
Tres amigos del procesado y tres amigos del fallecido presenciaron la pelea, pero ninguno vio cómo le clavó la navaja
Tras eso, el fallecido se desplomó y las personas que presenciaron la pelea (o parte de ella), le atendieron. También se acercaron varios vecinos y familiares y él asegura que "intentó ayudar" a las personas que le dieron una primera asistencia. Los testigos vieron que la víctima tenía una herida, pero desconocían su origen y pasaron varios minutos buscando por el garaje el objeto con el que podía habérsela hecho. El procesado sabía que sangraba porque le había pinchado, pero no se lo contó porque "tenía miedo".
Las partes implicadas en el procedimiento coinciden en que el acusado y la víctima se había citado aquel día en el garaje de los abuelos de Alberto Sequenza por una discusión previa relacionada con la hermana del fallecido y entonces novia del procesado. Al respecto, él señaló durante el juicio que la misma mañana de los hechos su novia le había llamado para contarle que "el hermano le había vuelto a pegar" y ella le pidió que le defendiese. Asegura que "ella era la que quería que le pegara", de modo que se intercambiaron varios whatsapp y una llamada en la que acabaron citándose para hablar y discutir la mala relación existente entre los hermanos. El acusado quedó "por defenderla a ella".
El juicio contra Alberto Sequenza continuará durante el resto de la semana en la Sección Segunda de la Audiencia. Este martes declararon el procesado y los seis jóvenes que estaban en el garaje o en el exterior del mismo durante la pelea. Todos vieron el enfrentamiento o parte de él, pero cada uno relata lo sucedido de forma diferente y no coinciden ni sobre la identidad de la persona que separó a ambos oponentes. Todos coincidieron en que no habían visto el momento en el que el procesado le clavó la navaja al fallecido.
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