Además de una historia de cuernos, ¿hubo también una estafa?
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
Se conocieron en la web de contactos Badoo y poco a poco fueron intimando por internet hasta que, a los dos meses, decidieron verse en persona. Acudían a diario el uno a la casa del otro en una relación que durante un año ocultaron a sus respectivas parejas ya que ella estaba casada y él tenía otra compañera sentimental.
El amorío de estos dos pontevedreses se tejió a base de mentiras, "todo el mundo miente en Badoo, se va buscando lo que se va buscando". Al principio fueron los nombres, pero ella asegura que él también la engañó haciéndole creer que era un empresario dueño de muchas bateas, que su familia era adinerada, que atravesaba por un mal momento e incluso que unos italianos quería darle una paliza por una deuda. "Siempre le creí". Por eso dice que le prestó más de 58.000 euros.
Ahora ella le acusa de estafa, por lo que este jueves se han visto las caras en la Audiencia de Pontevedra.
En el banquillo de los acusados se sentó Manuel V.T., su auténtica profesión es camionero y por aquel entonces estaba en el paro. Durante el juicio negó todos los hechos. Dijo que ella le acusa por "despecho" desde que quiso poner fin a la relación, insiste en que nunca recibió dinero y explicó que incluso fue denunciado por ella por malos tratos. "Se volvió toda loca e histérica", declaró Manuel "me tenía amenazado con contárselo todo a mi pareja".
La presunta víctima se llama Mónica M.M., es autónoma y trabaja en una gestoría de Pontevedra. "Mi vida era el trabajo y mi hijo. Mi marido trabaja fuera y estaba muy sola", explicó al tribunal.
Ante los magistrados pontevedreses aseguró que después de un año descubrió "por casualidad" que su amante no era quien decía ser. Entonces dijo sentir "mucha vergüenza" porque "tenía un proyecto de vida con él. Me dijo que era la mujer de su vida", aunque estaba casada y tiene un hijo y no había informado de esta relación a nadie.
Respecto al dinero dice que pidió prestado a sus padres y su hermana, incluso dos créditos personales en Cofidis y Citibank. Este dinero se lo daba en efectivo, sin recibos ni comprobantes de ningún tipo.
El fiscal pide dos años de prisión y multa de nueve meses a razón de nueve euros día, para este hombre. Su abogada pide la libre absolución. Los magistrados de la Sección Segunda resolverán.