Cuando se negocia con la Justicia
Por Oskar Viéitez
Estamos ya habituados a que la Audiencia provincial de Pontevedra dicte sentencias penales sin que los hechos se debatan en un juicio.
Esta próxima semana será un buen ejemplo de ello con media docena de señalamientos que, presumiblemente, serán sentenciados sin llegar a celebrarse la vista oral, en virtud de lo que se conoce como "justicia negociada", en la que el acusado admite su culpabilidad a cambio de que el fiscal rebaje la condena que solicita. Es decir, el acusado se conforma con una pena que su abogado ha negociado con el fiscal.
Entre los partidarios de esta fórmula se esgrimen argumentos como la falta de medios o la sobrecarga de trabajo de los juzgados, por supuesto, también se dice a su favor que es más rápida.
En cuanto a la próxima semana, la Sección segunda de la Audiencia pontevedresa tiene señalados para el martes día 14 dos juicios que presumiblemente no sea necesaria su celebración al cerrarse un acuerdo previo entre el representante del Ministerio Público y la Defensa.
El primero se trata de un juicio por un delito continuado de abusos sexuales, en el que el fiscal pide en su escrito de acusación cuatro años y medio de cárcel para un hombre, que presenta un ligero retraso mental, por abusar de la hija de su compañera sentimental, con la que convivía.
Con apenas una hora de diferencia esta misma Sala espera atender otro caso por un delito continuado de apropiación indebida. Se acusa a un hombre de quedarse con 58.000 euros que le fueron ingresados como administrador de una empresa para la compra de neumáticos en el extranjero. El fiscal pide que sea condenado a dos años de prisión y multa de doce meses con cuota diaria de 10 euros.
Justo enfrente y en esa misma jornada del martes, la Sección Cuarta resolverá en menos de hora y media tres casos. Los tres son delitos contra la salud pública, esto es, tráfico de drogas.
En el primero de ellos el fiscal pide cuatro años y medio de prisión para un hombre acusado de la venta de heroína. En el momento de su detención portaba cerca de 400 gramos.
El siguiente en sentarse en el banquillo de los acusados será otro hombre acusado de portar anfetamina y MDMA en las proximidades de una discoteca de Baño (Valga) para proceder a su venta. El fiscal pide tres años y medio de prisión.
Y sin que de tiempo para tomar un respiro se atenderá un último juicio en el que el fiscal pide cuatro años y medio para un hombre al que acusa de vender pequeñas cantidades de cocaína en O Grove.