Pedro Sánchez recrudece en Pontevedra, la ciudad de Rajoy, sus críticas a la corrupción en el PP
Bajo la conocida canción Color esperanza de Diego Torres, con apenas diez minutos de retraso sobre la hora prevista y escoltado por cargos locales del PSOE. Así llegó Pedro Sánchez a una plaza del Teucro en la que le esperaban más de medio millar de militantes socialistas. Era su segunda visita a la comarca en poco más de un mes, tras la que realizó a Ponte Caldelas.
Las primarias en el PSOE, previstas para el 21 de mayo, se acercan. Eso se nota en el ambiente. Sánchez venía de Vilagarcía y Cuntis y, tras Pontevedra, aún le quedaba Santiago de Compostela. En todos ellos se ha repetido la estampa, gritos de "Pedro sí, Susana no", en referencia a su gran rival por la secretaría general socialista, la presidenta andaluza.
Hacia ella fueron muchos dardos, llegando a calificar de "golpistas" a los que forzaron su dimisión. Pero no por él, sino por quienes le precedieron sobre el escenario: Paloma Castro y Agustín Fernández, ediles en Pontevedra; Maica Larriba, como representante de la plataforma de apoyo a Pedro Sánchez en la ciudad; o el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz.
Pedro Sánchez, sin duda, optó por centrar su discurso en los casos de corrupción que afectan a cargos del PP, con continúan referencias a Mariano Rajoy. Precisamente, en Pontevedra. En la ciudad de un presidente del Gobierno que, ha dicho, lidera un partido en el que "no la paga quien la hace sino a quien pillan".
"Cuántos Ignacio González, Francisco Granados, Esperanza Aguirre o Luis Bárcenas más hay escondidos en el Partido Popular", se ha preguntado el aspirante a liderar el PSOE, para quien la corrupción en el PP es una "historia interminable" cuya continuidad permitieron los propios socialistas, ha dicho, con su abstención en la investidura de Rajoy.
"Manda carallo con la abstención del PSOE", ha dicho entre aplausos de los asistentes. Y es que a Sánchez no le "sorprende" que la Audiencia Nacional haya llamado a declarar como testigo al presidente del Gobierno para hablar de la corrupción del PP, pero que sí le "extraña" que tras conocerse esta decisión "siga siendo presidente con la abstención del PSOE".
Pedro Sánchez ha acusado a Rajoy de gobernar España desde hace cinco años "con dos sombreros", uno en la Moncloa con el que ha hecho el "mayor recorte social" de la democracia, y otro para Génova, la sede del PP, con el que ofrece "barra libre a los suyos".
Tanto, que ha añadido que le "molesta" ver "a Bárcenas en la calle sin haber devuelto el dinero y a su amigo en la Moncloa"
"Cuántos Ignacio González, Francisco Granados, Esperanza Aguirre o Luis Bárcenas más hay escondidos en el Partido Popular", se ha preguntado el aspirante a liderar el PSOE
Con respecto al proceso de primarias en el PSOE, Sánchez ha mostrado su confianza porque se convierta en el "kilómetro cero" para el "cambio político y económico" en España y se ha comprometido a que el partido girará hacia la izquierda "tanto como quieran sus militantes".
Tras recordar que los socialistas europeos que apostaron por "alejarse de la socialdemocracia", como en Holanda o en Francia, ha sufrido una "debacle" electoral, el candidato a la secretaría general ha defendido que el partido debe "inspirarse" en la fórmula adoptada en Portugal o en "numerosos" ayuntamientos, un PSOE al frente de una "mayoría progresista".
Desde Pontevedra, Sánchez ha hecho un llamamiento a los militantes para que, con su voto en las primarias, "alejen" al PSOE de la "tierra de nadie" a la que "la ha condenado" la actual gestora socialista y respalden un proyecto que defiende, ha explicado, un partido "unido y plural" que se sienta "orgulloso" de una España "plurinacional y plurilingüística".
El socialismo, según Sánchez, debe caminar hacia "nuevos principios", entre los que ha citado cuestiones como el municipalismo, el feminismo, el ecologismo o la plurinacionalidad, porque el catalán, el vasco o el gallego "son idiomas de los que nos sentimos orgullosos" y no deber ser usados, ha añadido, para "enfrentar territorios".
Además, Sánchez ha apostado porque el PSOE lidere el proceso para reducir los aforamientos, acabar con las puertas giratorias, reivindicar la laicidad del Estado y denunciar el acuerdo con la Santa Sede, crear una comisión "de la verdad" que investigue los crímenes franquistas o impulsar una ley de muerte digna.
Y todo, defendiendo que los militantes tengan "la última palabra" sobre las decisiones estratégicas que deba tomar el partido. A todos ellos, les ha pedido olvidarse de "ejercicios de nostalgia" y no escuchar "a quienes se rodean de ilustres nombres", gente que hace 35 años "estaría aquí con nosotros defendiendo que todas las decisiones las tomen los militantes".
A este acto público de apoyo a Pedro Sánchez han acudido, entre otros, la expresidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino; los diputados Patricia Vilán y Julio Torrado, los alcaldes de Ponte Caldelas y Cuntis, numerosos concejales del PSOE en la comarca o el histórico militante socialista Gonzalo Adrio, de casi 98 años de edad, que se sentó en primera fila.
Al inicio, los asistentes guardaron un minuto de silencio por los tres marineros que fallecieron en el naufragio del pesquero "Nuevo Marcos" en la ría de Pontevedra.
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