La Fiscalía ratifica su petición de 5 años de cárcel para un pontevedrés por abusar sexualmente de una niña
Por Oskar Viéitez
La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha dejado visto para sentencia un juicio por abusos sexuales a una menor.
En el banquillo de los acusados se sentó este jueves un vecino de un Pontevedra para el que el Ministerio Fiscal demanda, "a pesar de las vaguedades en testimonio de la víctima", que sea condenado a cinco años de cárcel, diez de alejamiento y el pago de una indemnización de 10.000 euros, al entender que abusó de manera continuada durante varios años de una niña amiga de su familia.
La defensa del acusado pide su libre absolución y también esgrime que los hechos por los que ha sido juzgado estarían prescritos. El acusado se ha acogido a su derecho a no declarar.
La supuesta víctima ha prestado testimonio en sala amparada detrás de un biombo y acompañada de una psicóloga. A preguntas de la fiscal y de la letrada de la Xunta de Galicia, la chica dijo estar "bloqueada" siendo incapaz de ofrecer su testimonio sobre lo ocurrido cuando tenía entre 5 y 11 años cuando era vecina del acusado y de su familia, y frecuentaba sus domicilios para jugar y durmiendo allí habitualmente.
Este jueves ha indicado que en alguna ocasión hubo "tocamientos" en los pechos y que estos fueron "por encima de la ropa" añadiendo que "puede que fueran varias veces pero ya no sé, no estoy muy segura". También afirmó que "alguna vez me dio un beso en la boca" y recordó una última agresión que tuvo lugar cuando tenía 11 años y, mientras dormía en casa del acusado, éste se le acercó y le dio un beso en la boca siendo sorprendido en esos momentos por su esposa.
La chica se animó a contar estos hechos después de enterarse de que a su hermana le pudo haber pasado algo parecido. En primer lugar se lo dijo a la hermana del acusado y ésta le recomendó que lo pusiese en conocimiento de una psicóloga.
Como testigos comparecieron la hermana, la mujer y la madre del acusado que defendieron su inocencia ante el tribunal. Entre lágrimas relataron cómo toda la familia mantenía con la menor y su hermana una relación muy estrecha, como si fuera un miembro más.
"É unha inxustiza moi grande", clamó ante las magistradas la madre del acusado
"É unha inxustiza moi grande", clamó ante las magistradas la madre del acusado. Esta mujer aseguró que para ella esta niña "era como unha neta" pero que se interrumpió su relación con ella y su hermana "porque pegaban aos seus tíos e ingresárona nun centro de menores".
Por su parte, los psicólogos que practicaron una evaluación global de la menor concluyeron que "no hay daño psicológico, aunque es posible que aparezca en el futuro" entienden que el relato que hace de los hechos denunciados es creíble y que "el elevado grado de bloqueo es frecuente en menores".
En sus conclusiones la fiscal ha admitido que "el tipo delictivo es muy dificultoso para la prueba de los hechos" pero mantuvo su petición inicial de penas, al igual de que abogada de la Xunta.
La fiscal: "el tipo delictivo es muy dificultoso para la prueba de los hechos"
El abogado de la defensa ha destacado en su informe final las "tremendas contradicciones" existentes en este caso y ha subrayado que "no hay un solo dato corroborador que pueda dar validez a la acusación".
Finalmente este letrado ha incidido en la "contaminación de la huella de la memoria" dando a entender que la niña tras enfrentarse a varios interrogatorios durante todo el proceso, ha podido alterar su recuerdo introduciendo, aún sin quererlo, cambios en el relato de los hechos. Por todo ello ha pedido la libre absolución de su defendido.