Ponte Sampaio, a oscuras por la caída de árboles sobre el tendido eléctrico
Por Redacción
La parroquia pontevedresa de Ponte Sampaio se quedó este lunes sin luz durante alrededor de tres horas y media a causa de un problema en el suministro eléctrico derivado de la caída de árboles en el tendido eléctrico que alimenta la parroquia.
Según la información facilitada por Naturgy, la incidencia, directamente relacionada con el viento y la lluvia registrados esta madrugada en la zona, solo afectó a los vecinos de Ponte Sampaio. En total, hay contabilizados unos 300 abonados afectados.
La incidencia se registró sobre las 9.00 horas de este viernes y el suministro se recuperó a las 12.30 horas. Uno de los puntos de la parroquia más afectados fue el colegio público de Ponte Sampaio, ubicado a las orillas del río Verdugo, pues la incidencia se produjo en horas lectivas y en el centro educativo no pudieron realizar algunas de sus tareas diarias.
Según han explicado desde el colegio, no pudieron encender la calefacción o utilizar las herramientas informáticas del programa Abalar, basado en la integración plena de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la práctica educativa de Galicia.
Al respecto, escolares del centro explicaron a través de una de las docentes, que afectó a su actividad diaria porque, por ejemplo, en cuarto de Primaria no pudieron imprimir fichas que su profesora les habían anunciado que pintarían este viernes. Tampoco pudieron ver un cortometraje que entraba dentro de su programación de aula.
"Non me gustou que a luz se fora", afirmó una alumna, que se puso "un pouco triste" porque no podía ver esa pieza audiovisual. Algunos momentos de la mañana fueron, por novedosos, incluso divertidos para los escolares, que subieron todas las persianas en busca de un resquicio de luz del exterior y llegaron a hacer una pequeña 'protesta' en el patio.
Según las explicaciones de un alumno, cuando esperaban para entrar al colegio a primera hora de la mañana y comprobaron que no había luz, empezaron a gritar a coro "non hai luz!". En su mente infantil, eso fue una pequeña "manifestación" o "folga". La circunstancia incluso resultó positiva para uno escolar que reconoce que llegaba unos minutos tarde a clase, pero nadie se enteró gracia a que "non soou o timbre".