Aparece un tercer perro muerto en el Umia en cuatro días, esta vez con una piedra colgada al cuello
Por Anxo Lourido
El entorno del Umia se ha convertido, en los últimos días, en un cementerio de perros víctimas de ataques violentos. En la tarde de este martes 16, una mujer que paseaba con su mascota se encontraba en las orillas del río el cadáver de una perra que tenía colgada al cuello una cuerda y una piedra de gran tamaño con la que, según todos los indicios, había sido lanzada al agua.
La responsable del Refugio de animales de Cambados, Olga Costa, indicaba a PontevedraViva que la muerte se había producido muy recientemente, apenas minutos antes de cuando fue localizada, casualmente, por la misma mujer que el sábado ya se había encontrado otro perro muerto, dentro de un saco, en la orilla del río.
En el caso de la perra aparecida esta tarde se podía ver cómo tenía las encías rosadas y la lengua se encontraba destrozada, partida en trozos y por ella todavía manaba sangre. El animal apenas contaba con seis meses de edad y no mostraba signos de haber sufrido malos tratos anteriormente. Según relataba Olga Costa "no estaba ni delgada, ni en celo y pesaba alrededor de cuatro kilos. Es mucho más grande la piedra que ella, la ataron con un lazo verde de los que se utilizan para enrollar las verduras".
Alertados por la Protectora de Animales de Cambados, agentes del Seprona se acercaron hasta el lugar, situado en el límite entre Cambados y Ribadumia, a la altura de Sisán, para levantar atestado.
Además del animal aparecido muerto el sábado, durante la jornada del lunes también se encontró otro perro fallecido en las orillas del Umia. De esta forma ya son tres los cadáveres de perros aparecidos en una entorno de apenas 500 metros durante los últimos cuatro días. Olga Costa comentaba que "no tenemos contra quien poner una denuncia. Por eso hacemos un llamamiento para que la presión social pare este tipo de actos".
La responsable del Refugio se teme que haya más animales muertos en el fondo del río y se muestra desolada: "Llegar al refugio con un animal vivo, lo aceptas pero llegar con uno para meterlo en el congelador, es muy duro. Y en este caso llegamos tarde por unos minutos. Como no pongamos fin a esto, va a pasar una tragedia. Ya le llaman el río de la muerte".
Olga Costa anuncia además que ya se han puesto en contacto con diputados para llevar esta situación "al Parlamento de Galicia porque las protectoras no podemas más".