Pontevedra crea un protocolo para revisar la seguridad de los parques infantiles
Por Alejandro Espiño
Los cuarenta parques infantiles que hay en la ciudad pasarán en las próximas semanas una inspección técnica en profundidad para analizar su estado y comprobar que cumplen con los máximos estándares de seguridad.
Este trabajo, que realizará la empresa especializada STO (Soluciones Técnicas de Ocio) en coordinación con el Servicio Municipal de Parques y Jardines, aplicará el protocolo creado por Pontevedra para que estas instalaciones estén en óptimas condiciones.
Con la puesta en marcha en las zonas de juego de Monte Porreiro, el programa de revisión sistemática busca comprobar los niveles de seguridad de los parques infantiles de Pontevedra y corregir aquellos elementos o factores que puedan suponer un riesgo para la integridad de los niños.
Así, según explica el edil de Desenvolmento Sostible y Medio Natural, Iván Puentes, se van a probar todos los elementos de los parques entre ellos, juegos, cierres perimetrales, bancos, fuentes de agua, papeleras y el resto del mobiliario.
Si cumplen con todos los requisitos, los técnicos harán un certificado que tendrá una validez de un año. En caso contrario, harán un informe de las faltas y una valoración del coste de la reparación.
Las normas comunitarias y autonómicas dejan "bien claro", según el técnico Javier Martínez, tanto los juegos como todos los elementos auxiliares que están dentro del recinto infantil deben cumplir con los mismos requisitos en lo que se refiere a cuestiones como aristas, posibilidad de atrapamientos, radios o esquinas peligrosas.
El protocolo implantado por Pontevedra se va a poner en marcha ya en la fase de diseño de los parques, formulando diseños específicos y singulares que se adapten lo mejor posible a las condiciones de las zonas verdes y buscando conjugar integración paisajística, confort, calidad y robustez con la sostenibilidad medioambiental de los materiales.
Tras un estudio de las necesidades de juegos, se harán propuestas contando con la participación del vecindario de los barrios que, junto con el estricto cumplimiento de las normas de seguridad y accesibilidad, incorporarán de manera prioritaria áreas de juego inclusivas e integradoras.
En las fases de instalación y final de las obras de creación de un nuevo parque de juegos, se comprobará el cumplimiento de todas las condiciones de seguridad, incorporando mediciones por parte de laboratorios de control de calidad que validen el cumplimiento de las normas.
El servicio de Parques y Jardines, por su parte, desarrollará una rutina programada de inspecciones oculares que permita identificar posibles riesgos evidentes derivados del uso, de actos vandálicos o de las condiciones meteorológicas. Estas revisiones serán de carácter semanal y, en el caso de áreas de juego muy frecuentadas o afectadas por los vándalos, diario.
Además, los servicios técnicos municipales llevarán a cabo una inspección funcional más profunda para comprobar el funcionamiento y la estabilidad de las equipaciones, con la finalidad de detectar posibles síntomas de desgaste. Estos trabajos se efectuarán con una frecuencia que variará entre uno y tres meses o bien siguiendo las instrucciones del fabricante.
Por último, tal y como se hizo en el barrio de Monte Porreiro, se realizará una inspección principal anual para comprobar el nivel de seguridad global de las equipaciones y de sus pilares, así como la presencia de podredumbres o corrosión.
Como resultado de esta revisión anual podrán diseñarse obras de mantenimiento de mayor envergadura, según explica el edil socialista, que considera que este nuevo protocolo permitirá "estrechar la vigilancia" en los aspectos que afectan a la seguridad y calidad de los parques.