Una octogenaria encuentra un IPhone y se niega a devolverlo
Por Oskar Viéitez
Desde hace 131 años el Código Civil español incluye un precepto que regula el régimen jurídico del hallazgo. Es el artículo 615 que dice: "el que encontrare una cosa mueble, que no sea un tesoro, debe restituirla a su anterior poseedor".
Más joven que este artículo es la mujer protagonista de la siguiente anécdota. Una pontevedresa de 84 años que parece inclinarse más por la otra idea de "quien lo encuentra se lo queda".
Según han informado fuentes oficiales de la Policía Local de Pontevedra, en la tarde del pasado lunes un matrimonio se acercó a una patrulla de agentes municipales que se encontraba en el cruce de las calles Benito Corbal con Daniel de la Sota y les explican que han perdido o les han robado un teléfono móvil modelo IPhone 6. Fueron conscientes de su desaparición después de haber estado sentados en un banco de la calle Gutiérrez Mellado.
Delante de los agentes con otro teléfono abrieron una aplicación y localizaron el iPhone desaparecido ubicándolo muy cerquita de allí en el mapa en la calle González Zúñiga frente a la Peregrina. Los policías acudieron al lugar y preguntaron sin éxito a las personas que estaban en las terrazas de los bares.
Después de un tiempo de espera volvieron a probar suerte y activaron el servicio de localización que fijó la posición del dispositivo en la calle Padre Amoedo. De nuevo se desplaza hasta allí la patrulla y llama su atención una pareja de personas mayores que acababan de ver en González Zúñiga.
El policía se dirigió a ellos y les preguntó: "Buenas tardes, ¿tienen ustedes un teléfono móvil que no es suyo?" a lo que la mujer de 84 años respondió negativamente de manera rotunda mientras que el hombre, de 75 años, admitió que sí, sacando el IPhone del bolsillo y entregándoselo al policía. Ella reaccionó entonces contrariada e increpó a su marido que trataba de explicar a los policías que lo habían encontrado en un banco.
La mujer restó importancia al hecho de que el teléfono estuviese recibiendo continuas llamadas y exigió que su propietario le pagase por devolverlo.
A día de hoy el dueño del móvil no ha presentado denuncia por estos hechos.