Bodegueros de la comarca preparan una marca propia para sus vinos
Por Oskar Viéitez
Un grupo de bodegueros de Pontevedra, Poio, Marín, Vilaboa, Bueu, Cangas, Moaña y Redondela preparan los trámites para lograr la Identificación Geográfica Protegida para sus vinos.
Condenados a vender sus vinos sólo en los furanchos, este colectivo ha intentado sin éxito la inclusión dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas. Después de años de denodados intentos, cerradas las puertas del Consello Regulador, este numeroso grupo de viticultores y furancheiros han decidido recurrir a esta certificación que está avalada por la Comisión Europea para designar productos, entre ellos, los agrícolas.
El certificado les permite legalizar sus bodegas, etiquetar y comercializar.
Esta misma vía ha sido la salida para otros bodegueros como los del Barbanza, donde consiguieron la Identificación Geográfica hace ya seis años. Por esa experiencia ya saben que la obtención de este sello de Identificación Geográfica Protegida tiene una lenta y complicada tramitación.
En los próximos días la Federación de Viticultores y Furanchos de Pontevedra celebrará una asamblea para informar de los pasos administrativos que se han completado hasta ahora y los próximos que se van a dar.