El macrojuicio por estafas a aseguradoras se desinfla: 13 acusados confiesan y evitan el banquillo
Por Natalia Puga
La Fiscalía Provincial de Pontevedra ha llegado a acuerdos de conformidad con 13 de las 20 personas acusadas de participar en una presunta estafa continuada a aseguradoras a través de partes fraudulentos de accidentes de tráfico. Esos acuerdos ya se han plasmado en una sentencia y han desinflado el macrojuicio que finalmente empezó este jueves en la Audiencia Provincial, tras varias suspensiones en los últimos cuatro años y una larga espera desde que ocurrieron los hechos. Las estafas más antiguas se remontan al año 2006.
Según ha podido confirmar PontevedraViva, el fiscal del caso, Jesús Calles, llegó a acuerdo con 13 acusados, pero le había ofrecido las mismas conformidades a todos ellos. A todos les ofreció aplicarles una circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y a algunos confesión tardía y reparación del daño porque abonaron a las compañías aseguradoras el dinero defraudado. Con estos acuerdos, vieron reducida la pena de tal forma que no solo evitaron sentarse en el banquillo, sino también entrar en prisión.
Los acuerdos afectaron a los principales acusados de esta causa, de modo que este jueves finalmente empezó el juicio con apenas siete procesados en el banquillo, entre ellos, un perito de una compañía aseguradora que presuntamente colaboraba con la trama, un sospechoso que compraba vehículos que previamente habían sido declarados siniestro total por las aseguradoras tras sufrir accidentes y las personas implicadas en un accidente aislado entre un BMW y una furgoneta.
Según sostiene el fiscal, las casuísticas de los accidentes fruto de investigación fueron muy diferentes, si bien los que llegaron a juicio están relacionados con vehículos que los seguros abonaron como siniestro total y que, posteriormente, los dueños traspasaron a otra persona. Volvieron a contratar una póliza de seguros y supuestamente sufrieron un accidente por el que volvieron a reclamar dinero. Es el caso del citado BMW.
La macro trama que finalmente llegó a juicio la destapó una investigación de la Policía Local de Pontevedra del año 2008, si bien afectó a accidentes en distintos puntos de Pontevedra y su área de influencia. Antes de llegar a acuerdos, el fiscal pedía penas que sumaban 45 años por diferentes delitos y que suponían condenas de entre uno y cinco años de cárcel por cabeza por dosdelitos continuados de falsedad en documento mercantil en concurso con dos continuados de estafa, seis delitos de falsedad en documento mercantil en concurso con seis delitos consumados de estafa, tres delitos de falsedad en documento mercantil en concurso con tres intentados de estafa, dos delitos de simulación de delito en concurso con dos intentados de estafa y un delito de simulación de delito en concurso con otro consumado de estafa.
De los siete acusados que se sentaron en el banquillo este jueves, tan solo uno reconoció ser autor de los hechos que le atribuyen, mientras que el resto sostuvieron su inocencia y aseguraron no conocerse entre ellos, tan solo una madre y un hijo que se vieron implicados en el mismo accidente.
Es el caso del perito sospechoso, del que no solo él sostuvo su inocencia, sino también el coordinador que controlaba los peritajes de su aseguradora para toda Galicia en aquella época, que declaró como testigo en esta primera sesión del juicio y concluyó que revisó todos los expedientes en los que se vio implicado y "el trabajo del profesional es perfecto".
El propio perito indicó que en toda ciudad de Pontevedra era el profesional actuante y que él solo acudía cuando le enviaba la aseguradora y en base a un accidente cuyas causas ya le venían dadas. "Yo me limito a valorar y decir las partes que están dañadas, pero yo no pongo ninguna causa" y que en todos los casos bajo sospecha por los que le presentó el fiscal tan solo en uno estuvo en desacuerdo con los daños detectados y así lo hizo saber a su compañía.
En el caso del BMW en cuestión que sigue sin dilucidarse en esta causa, "los daños que se referían se correspondían con los que yo encontré", si bien le "llamó la atención" que estuviese implicado en "dos siniestros tan seguidos" y pidió más datos a la compañía.
El comprador de ese BMW después de que se viese implicado en el primer accidente también se sentó en el banquillo y relató que él compró el coche siniestro total por unos 15.000 euros a cambio de que el taller le reparase la chapa y pintura y luego asumió él mismo el resto de reparaciones porque había tenido un taller y conservaba las herramientas. Contactó con el taller porque "sabía que se dedicaba a comprar coches con siniestro total y luego venderlos", pero niega cualquier implicación en esta trama, por la que "perdí mi trabajo".
Tras comprarlo y repararlo, tuvo un accidente con el coche que asegura que no tuvo nada que ver con los daños que el vehículo tenía previamente. En ese accidente también estuvo implicada su madre, que sostiene su inocencia y la de su hijo.
El juicio no ha terminado, sino que continuará el próximo 16 de noviembre de 2021 a las 10.15 horas. La sección segunda de la Audiencia citó para ese día a tres agentes de la Policía Local de Pontevedra que aportarán un testimonio clave para confirmar los hechos, pues son los responsables de la investigación inicial que derivó en esta causa judicial. Además, quedan pendientes más peritos de parte y uno citado por la Fiscalía.
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