Vicenza Rincón Peralta salió de Venezuela hace tres años. Recaló en Pontevedra "con una maleta cargada de ilusiones y muchos sueños por cumplir". Nos recuerda perfectamente el día y el mes en PontevedraViva Radio. No había ningún vínculo familiar para elegir este destino; únicamente un librito de postales de la capital compostelana que alguien próximo le regaló siendo niña. Ante al apóstol Santiago dio por cumplida una promesa.
En este tiempo que lleva en la capital ha conseguido abrir un establecimiento donde vende el pan y repostería que elabora de forma absolutamente artesanal. Cuando dice artesanal se refiere a que "no hay ningún tipo de conservantes y tampoco uso ningún tipo de maquinaria". Esta actividad la compagina con otra actividad artesanal: diseña colgates inspirados en la cultura wayúu.
La experiencia de Vicenza bien puede ser la experiencia de tantos y tantos emigrantes que abandonan su país en busca de un futuro más próspero. "Ser emigrante te da una etiqueta a donde quiera que vayas. Nunca deberíamos juzgar. Venezuela acogió a emigrantes de distintos países, siempre se les tendió la mano, porque no había banderas, todos éramos hermanos" dice esta politóloga de Santa Rita, estado de Zulia y cuya capital es Maracaibo.
A partir de aquí, escuchar este podcast del 'Cara a cara'puede hacer caer estereotipos y prejuicios. Quiso dedicarse a la política y lo hizo. Dicha actividad pública le llevó a conocer la artesanía wayúu y comenzó a diseñar con éxito. Mujeres mediáticas de Venezuela llevaban sus creaciones. Tuvo que renunciar a ambas actividades, por conciencia, de una parte y por otra, consecuencia del control gubernamental que hacía inviable exportar sus trabajos.