Comerciantes de la zona vieja, atemorizados por la ola de robos, piden más vigilancia y mejor iluminación
Por Manu Otero & Mónica Patxot
La Policía Nacional detuvo esta semana al presunto responsable de, al menos, cinco robos y otros muchos intentos en establecimientos comerciales de la zona vieja de la ciudad desde finales del mes de noviembre.
La actividad del asaltante tuvo lugar principalmente en los Soportales de A Ferrería y en la contigua calle Manuel Quiroga, una de las áreas comerciales más activas de la zona monumental y en la que los propietarios de estas viven ahora con miedo a sufrir un nuevo asalto.
El responsable de estos robos, un varón de mediana edad de complexión delgada, alto y con antecedentes policiales, fue identificado, detenido y puesto a disposición judicial. Sin embargo, acabó siendo puesto en libertad a la espera de juicio. Es por ello que la inquietud aumenta entre el colectivo de comerciantes.
"Hace falta más vigilancia", reclama la propietaria de Alma Gemela; "es una zona muy oscura, debería haber más iluminación", pide la dueña de Lagasca Vintage; "faltan policías", añade la titular de Tolf, tienda que sufrió dos asaltos en un plazo de cinco días en los que el ladrón le sustrajo una importante suma tanto en efectivo como en mercancías.
En este caso, el modus operandi fue el mismo en los dos días. El primer asalto tuvo lugar en la madrugada del día 1 de diciembre cuando rompió el cristal de una de las dos puertas y accedió al interior. Fumando, permaneció unos veinte minutos en los que tuvo tiempo a probarse un abrigo, hacerse con el botín de la caja registradora y abandonar el establecimiento con el chaquetón puesto sin que nadie hiciese nada por impedirlo.
El segundo asalto tuvo lugar en la madrugada del 6 de diembre, alrededor de las 7 horas, y fue más rápido. En este caso fue un barrendero el que alertó a la Policía al encontrarse la puerta reventada.
"Yo voy a poner todos los medios a mi alcance para que no me vuelva a ocurrir", asegura la dueña que ya tenía sistema de videovigilancia, pero que implantará ahora alarmas e instalará rejas en las puertas. Aun así, pide a la Administración municipal y a las fuerzas de seguridad que cumplan también con su parte. "El día del primer asalto no habrían llegado a tiempo porque estaban en una intervención en una discoteca a las afueras de la ciudad", lamenta la dueña.
Mayor tranquilidad le daría, a ella y al resto del colectivo, una mayor presencia de agentes de la Policía Local patrullando una zona con escasa iluminación, desierta por las noches durante la semana, pero muy concurrida cuando abre el ocio nocturno.
Estas peticiones son compartidas por la amplia mayoría de los comerciantes, que coinciden en afirmar que falta presencia policial e iluminación. También se muestran preocupados por la escalada de intentos de robo. En los últimos días, el asaltante trató de acceder a los puestos del mercadillo de Navidad de A Ferrería y a tres tiendas de la calle Soportales, sin contar el doble asalto a la boutique de Manuel Quiroga y a otros comercios de la zona.
Por todo ello, hacen un llamamiento al gobierno local para que tome las medidas oportunas para acabar con esta situación de inseguridad. "A los que por fortuna no nos pasó nada, sí que tenemos miedo", concluye la propietaria de Alma Gemela.