El feminismo pontevedrés muestra su repulsa por el asesinato de Mila Marchetti, un caso que pone "los pelos de punta"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El feminismo pontevedrés volvió a salir a la calle este miércoles para manifestar su repulsa por un nuevo asesinato machista. En este caso, a las 19.00 horas un grupo de personas se concentró en la plaza de la Peregrina para rechazar el crimen de Mila Marchetti, vecina de O Carballiño de 38 años natural de Brasil cuyo cuerpo apareció en un contenedor de basura el pasado fin de semana.
"Nos sentimos abrumadas por las circunstancias en las que fue encontrado su cuerpo sin vida", señalaron a través de un manifiesto las personas asistentes a la protesta, convocada por el Colectivo Feminista de Pontevedra.
Mila estaba casada con el hijo del responsable del club de alterne Ninfas, donde ella trabajaba como camarera, y desde el Colectivo Feminista señalan que "también había ejercido la prostitución, pero supuestamente ya no". Ante esta circunstancia, vinculan su muerte con la prostitución y piden "la abolición del sistema prostitucional".
"España es país de puteros y proxenetas. Mientras esto no mude. Mientras la vida de las mujeres no importe, seguiremos teniendo muchas Milas", denuncian a través de un manifiesto que se leyó en la plaza.
Señalan, además, que "extrañas circunstancias engloban este caso", y que resulta "inadmisible" que esas circunstancias "estén influyendo en el tratamiento de su caso". De ahí que demandan la implicación de las autoridades para esclarecerlo. "Queremos que se siga investigando, que no quede en el olvido", reclaman.
El manifiesto recordó que acudió a un bar con signos de desorientación, con hambre, y repitiendo que querían matar, que su hija había escapado de la casa y había marchado sin objetos personales, pero cuando los dueños del bar quisieron llamar la policía, se negó. También que fue atendida por guardias civiles horas antes de ser encontrado su cuerpo en el punto limpio, e incluso fue trasladada al PAC de O Carballiño y los agentes sospechaban de que estaba siendo víctima de maltrato.
Critican, además, que "en las últimas horas tuvimos que escuchar como el suegro de la víctima y proxeneta del club Ninfas en Maside manifestó que no era un buen momento para Mila, que supuestamente estaba pasando una depresión" y señalan que en este caso vuelve a parecer "el mito de las mujeres locas, exageradas, ya lo conocemos...".
En general, todo lo que engloba este caso "nos dejan los pelos de punta", señalan desde este colectivo pontevedrés, que cree que quedan muchas incógnitas por resolver y que "como Mila hay muchas", mujeres que aparecen en descampados, que en muchos casos no son reclamadas por nadie porque son prostituidas. "No debería haber personas de primera, segunda y tercera, pero por desgracia las mujeres prostituidas son consideradas cómo tal", denuncian.