La singularidad arqueológica y antropológica de la necrópolis de A Lanzada ve la luz gracias a una investigación universitaria
Por Redacción
Comprender la unicidad de la necrópolis de A Lanzada y profundizar en el conocimiento del proceso de formación del ‘necrosol’, el tipo de suelo existente en las superficies que fueron empleadas como cementerio, es posible gracias a un estudio reciente del grupo de investigación EcoPast de la Universidade de Santiago de Compostela.
Un equipo investigador conformado por Zaira García López, Antonio Martínez Cortizas, Noemi Álvarez Fernández y Olalla López Costas, analizó desde una perspectiva multidimensional el suelo de esta conocida necrópolis ubicada en Sanxenxo para dar a conocer las características que singularizan el lugar y también el valor que este tipo de suelos ofrecen hacia la investigación arqueológica, antropológica y edafoxénica.
Los resultados de su investigación, que cuenta con financiación de las diputaciones de Pontevedra y A Coruña, fueron recogidos en el último número de la revista Scientific Reports. Así, el artículo Understanding Necrosol pedogenetical processes in post-Roman burials developed on dunes sands (Comprender los procesos pedoxenéticos del necrosol en los enterramientos posromanos desarrollados en áreas dunares) da cuenta de los trabajos efectuados en dos de los enterramientos de A Lanzada y amplía la información sobre los procedimientos útiles para la identificación de fosas.
Con la detección en el incremento de fósforo, una de las técnicas más habituales en la localización de enterramientos, las autoras apuntan que "hay cuatro procedimientos más en los que se debería poner un foco de atención. Uno de ellos, –la descalcificación–, sería específico de suelos dunares cómo lo que se encuentra en A Lanzada, pero los otros procesos –melanización, acidificación y neoformación de minerales secundarios– serían comunes con el resto de 'necrosois' del mundo. Toda vez que, en Galicia, debido a la acidez del suelo no se conservan muchos restos óseos de las necrópolis descubiertas, este tipo de trabajo intenta abrir una línea de investigación que nos permita acercarnos a la realidad de nuestros antepasados". Hacia este fin se encamina la tesis doctoral de la investigadora Zaira García López, primera firmante del artículo.
Al ahondar en las transformaciones que el suelo experimenta a causa del contacto secular con los huesos soterrados, la investigación interdisciplinaria desarrollada por el grupo EcoPast permite aplicar los resultados a casos forenses para saber si en algún área se depositó un cuerpo en descomposición y mismo describir el ritual de inhumación que siguieron los habitantes de la Lanzada en el siglo VI d. C.
En el artículo, las autoras apuntan que "a pesar de que nuestros resultados son prometedores y proporcionan una explicación idónea para otras observaciones, se necesitan más estudios que consideren diferentes marcos cronológicos y materiales parentales para entender mejor la formación del necrosol".
El reciente estudio supone una actualización de los trabajos científicos promovidos por la Deputación de Pontevedra en la necrópolis de A Lanzada, objeto de excavaciones en 2010, 2017 y 2021, que permitieron detectar 17 esqueletos y más de 15.000 piezas arqueológicas, identificar restos de viviendas e instalaciones productivas, al otro lado de conocer la extensión del asentamiento humano en el lugar.
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