Diana Lameiro, talento pontevedrés en el Top 100 Mujeres Líderes en España
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
La mejor carta de presentación de Diana Lameiro Aznar es ella misma y la forma en que habla de sus proyectos, de su equipo y de sus pacientes. Con pasión, con realismo, con un profundo conocimiento del sector y con un espíritu emprendedor que se mantiene intacto pese a los éxitos ya alcanzados. Formada como logopeda, hace 14 años decidió dar el salto desde una consulta como autónoma y ha logrado liderar una cadena referente en el sector.
Lingoreta, con centros en Vigo y Gondomar y 16 empleados, es el resultado del trabajo de Lameiro, que, con 41 años, atesora ya un buen currículum de reconocimientos y acaba de colarse por segundo año consecutivo en la lista Top 100 Mujeres Líderes en España en la categoría de profesionales y líderes independientes.
La organización Top 100 Mujeres Líderes tiene como objetivo principal visibilizar el talento femenino para construir una sociedad basada en la igualdad y desde el año 2011 publica un ranking anual de Top 100 en el que Diana Lameiro apareció por primera vez el año pasado en la categoría de Pequeñas y Medianas Empresas.
Talento no le falta. Y contribución a la igualdad, tampoco. Esta pontevedresa nacida en Ponte Caldelas y criada entre Marcón y Pontevedra demuestra en su día a día que es merecedora de todo logro que sume a su biografía, pues llegó a empresaria sin conocimientos previos en económicas y logró adaptarse al escenario cambiante de la pandemia y a la nueva realidad económica y social que trae 2022.
Lingoreta, el centro que fundó y del que ahora es directora general, es todo un referente en Galicia en la atención transdisciplinar desde la logopedia, la psicología, la pedagogía y la terapia ocupacional a personas de todas las edades, desde la atención temprana a las personas mayores. Muchas veces se cree erróneamente, advierte, que solo se puede trabajar en los primeros años de vida, pero, por ejemplo, tras un ictus, en los ocho primeros meses la mejoría puede ser muy importante con el tratamiento adecuado.
Tras conocerse que ha vuelto a entrar en esta lista Top 100, Diana Lameiro reconoce que, para ella, "es muy importante porque es como un aliciente, es decir: cometeré muchos errores, pero algo estaré haciendo bien", sobre todo tras dos años consecutivos en el ránking. Hasta noviembre no se sabrá cuáles son las 10 ganadoras, la elegida entre las 10 categorías, pero el mero hecho de estar, ya es todo un logro. "Tenemos que ser conscientes de que ahí hay muchas personas muy muy muy influyentes, grandes empresarias a nivel nacional e internacional", recuerda.
Uno de los grandes méritos de Diana es haber llegado el reconocimiento y estatus actual sin formación empresarial. Técnico superior en Anatomía Patológica y Técnico superior en Radioterapia, tras unos años trabajando en Valladolid, decidió estudiar el grado de Logopedia en la Universidad de Coruña y completar la formación con el Máster de Psicomotricidad y otros cursos específicos de Logopedia.
"Yo soy logopeda, no hice ningún MBA, ningún curso en económicas", matiza. Y es uno de los aspectos que más llama la atención a sus interlocutores cuando se reúne con empresarios o imparte cursos. Ante la sorpresa, ella siempre responde: "siempre fui creciendo con los números de la abuela. Mis asesores quedan alucinados. Si tengo, lo gasto y si no, no".
Abrió su primera clínica en Arcade con el apoyo único de su marido y luego fue abriendo en Vigo, en Pontevedra, en Sanxenxo y en Gondomar, siempre sin pedir créditos externos. Tan solo en 2018 requirió financiación para su hasta ahora proyecto más ambicioso, su clínica viguesa de 450 euros.
En su mente siempre ha estado seguir expandiéndose, si bien reconoce que en estos momentos pospandemia se encuentra en un momento de "estabilizar". Acaba de deshacerse de su clínica en Sanxenxo y sostiene que "ahora mismo, lo que quiero es cuidar al equipo porque tengo muchísima suerte, todo esto es gracias al equipo que he tenido estos años y que tengo ahora mismo".
En ese equipo, una pieza fundamental es María del Carmen Rodríguez, actualmente su socia y la persona a la que contrató cuando, en sus inicios, en los que trabajaba sola, se quedó embarazada y necesitó relevo. Fue la primera piedra sobre la que empezó a levantarse su negocio pues "siempre quise trabajar con un equipo amplio". Y lo consiguió.
"Se esperan años duros", señala, y quiere dedicarse a cuidarse a sí misma y a los suyos y "hacer las cosas bien, con la misma filosofía, y ya habrá tiempo de seguir creciendo con otros proyectos. Mi idea es crecer, pero todo a su tiempo".
Ser empresaria, reconoce, es "una locura" y más siendo madre de dos hijos. Implica hacer malabares y muchos horarios para llegar a todo sin descuidar la conciliación, dedicar tiempo a su familia y cuidar la salud mental.
Sostiene Diana que "liderar un equipo a día de hoy es muy complicado y, sobre todo, para las mujeres porque lideramos desde un aspecto muy emocional y a veces somos incapaces de separar esa parte empresarial y esa parte personal cuando trabajas con personas".
Así, cuando le preguntan si es complicado emprender siempre responde que, para hacerlo, a día de hoy hay bastantes instituciones en las que que asesorarte y lograr apoyo, pero "lo más complicado hoy es mantenerse, mantener la empresa, mantener un equipo unido, continuar con la misma filosofía que has empezado y crear ese equipo que continúe y que crea en tu filosofía empresarial".
En su sector, detecta que está siendo complicado encontrar personal cualificado, dispuesto a moverse para trabajar en sus centros de Vigo y Gondomar y que encaje en los tres pilares de Lingoreta: trabajo en equipo, ética profesional y personal -"si no tienes ética profesional y personal, en Lingoreta no encajas", insiste- y formación continua.
En Lingoreta tienen una unidad de diagnóstico e intervención en autismo, una de las áreas en las que son referencia, pero también cuentan con especialistas en miofuncional, en lectoescritura, en aprendizaje... "Desde una empresa creo que es importante sentarte con la persona y preguntarle en qué área quiere especializarse y decirle: yo te acompaño y te vas a formar en esa área . Ahí nos diferenciamos de otros centros".
Ese espíritu de emprendimiento que en Diana surgió sin tener a nadie de su familia empresario y sin más referentes ni apoyos que su marido se ve en cada uno de sus pasos, y ahora se refleja en uno de sus últimos proyectos, el cuento infantil Lingoreta y Lingoreto. Respiración, que ahora quieren dar a conocer para "concienciar a la sociedad de la importancia que tiene la correcta respiración, la nasal".
Es importante porque hay un aumento "considerable" de niños que respiran por la boca y eso deriva en aumento ortodoncias, mal descanso nocturno, una incorrecta oxigenación... y "eso repercute en la calidad de vida del niño, en el aprendizaje, en su conducta, porque si no descansa bien al día siguiente está más irascible y de mala leche".
Lingoreta y Lingoreto. Respiración ya se ha repartido en las escuelas infantiles de Tomiño y buscan llegar a toda Galicia. Además, ya tienen en marcha nuevos volúmenes centrados en las emociones, la inteligencia emocional o el autismo, que escriben profesionales de Lingoreta especializados en cada área.
Esa mente inquieta también es solidaria y desde 2021 Diana Lameiro es mentora con alumnado de las universidades de Vigo y Santiago y está comenzando a crear la Fundación Lingoreta.
Esa Fundación nace de una situación actual en la que detectan que hay familias que, dada su delicada situación económica, tienen dificultades para afrontar los prolongados tratamientos de sus hijos. Existen becas del Ministerio de Educación y Cultura que ayudan a las familias, pero la idea es crear este segundo soporte y "si cuando terminan esas ayudas, no pueden pagar la intervención, que la Fundación pueda hacerlo".