Procesan al antiguo sacristán de Vilanova por llevarse objetos de valor de la iglesia aprovechando la enfermedad del cura
Por Natalia Puga
El antiguo sacristán de San Cipriano llegará previsiblemente a juicio por el hurto de objetos de gran valor cultural e histórico de la parroquia y la rectoral de Vilanova de Arousa. De momento, ya ha sido procesado.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Vilagarcía de Arousa acaba de acordar la continuación de las actuaciones por los trámites del procedimiento abreviado contra este hombre, M.A.F.P., por si su conducta pudiese ser constitutiva de un presunto delito continuado de hurto, en su caso, apropiación indebida.
Ahora, la Fiscalía y el Arzobispado de Santiago de Compostela, personado como acusación en la causa, tendrá diez días para formular su escrito de acusación o pedir el archivo de la causa.
La magistrada, Sofía Leonor Castro Verdes, señala que las diligencias practicadas durante la investigación permiten llegar a la conclusión de que el antiguo sacristán empezó a actuar cuando el anterior cura de San Cipriano ingresó en el Hospital Provincial en abril de 2020.
Entre ese momento y su muerte en agosto de 2020, según la jueza, retiró y llevó a su domicilio, y al domicilio de su madre, unos pergaminos del siglo XIX, la imagen del Santo San Blas de madera del siglo XVII y XVIII, la imagen del sagrado Corazón de Jesús de pasta y madera policromada de principios del siglo XX, y una talla del niño de Jesús de la Virgen de la Pastoriza que perteneció al monasterio de Cálago de la zona de las Sinas, del siglo XVI o anterior.
Cuando llegó el nuevo párroco el 13 de noviembre de 2020 y se dio cuenta de que faltaban esos objetos, el sacristán, según las investigaciones realizadas, se negó a devolvérselos al nuevo párroco. Se negó también a darle las llaves del complejo rectoral, de modo que fue necesario cambiar las cerraduras.
El vicario de Pontevedra le pidió la devolución de los objetos y, finalmente, acabó entregando una corona de plata del Sagrado Corazón de Jesús, una corona de fiesta, y otra de diario de Pastoriza, un fiador del roquete de San Cipriano, un Pectoral, un anillo de San Cipriano y ropa de fiesta, mitra, capa, sotana y estola del santo patrón.
Durante la estancia del antiguo párroco en el hospital, según la jueza, se habría llevado en cajas, ayudado por los monaguillos y alguna mujer de la parroquia, entre otros objetos, varias capillas domiciliarias.
En su domicilio en Vilanova de Arousa, registrado por la Guardia Civil en su investigación, aparecieron la patente de erección de la Asociación de la Milagrosa de 1932, el diploma de agregación a la archicofradía de los Jueves Eucarísticos del año 1933, la patente de erección de las asociaciones de Jesús de 1922, la patente de erección de las archicofradías de las hijas de María del año 1908, el paño de hombros del día de Corpus y ropa de festividad de San Cipriano.
También aparecieron en su casa el estandarte de catecismo de la parroquia de San Miguel de Deiro; un paño de terciopelo de color rojo con la inscripción culto, utilizado para la recaudación de limosnas; siete palias con bordados antiguos utilizados en la actividad litúrgica; 18 libros antiguos relacionados con la actividad litúrgica; y una talla de la imagen del niño Jesús de madera policromada de más de cien años de antigüedad, que pertenecía al monasterio de Cálago de las Sinas.
En el domicilio de su madre, también en Vilanova, aparecieron la talla de San Blas, de madera policromada; la imagen del Sagrado Corazón de Jesús; siete libros antiguos relacionados con la actividad litúrgica dos capillas domiciliarias de Jesucristo Nazareno y del Vía Crucis; otras dos del Sagrado Corazón de Jesús y de la Inmaculada; otra del Sagrado Corazón de Jesús; una de Santa Irene; candelabros y la cruz de altar; nueve capillas domiciliarias con imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y de Santas; y un reloj ovalado de la marca Villar.